Por Joaquín Fidalgo
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“Hace cinco días que estamos con la misma ropa, prácticamente sin dormir”, deslizó esta mañana un investigador a la vera de la autopista Brigadier López, unos 200 metros al norte del peaje de la ciudad de Santo Tomé. Allí, minutos antes, la Policía Metropolitana de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires había interceptado el paso de un pequeño camión repleto de paquetes con “ladrillos” de marihuana compactada.
El golpe a esta poderosa organización de narcotraficantes ocurrió cerca de las 7, en el kilómetro 141 de la vía de comunicación que conecta a nuestra ciudad con Rosario, pero comenzó a gestarse varios meses atrás, cuando se inició una investigación en Capital Federal.
Con información reunida, la Metropolitana determinó con certeza que un millonario cargamento de estupefacientes había partido de Paraguay y tenía como destino la ciudad de Buenos Aires y sus alrededores.
Fue así como esa fuerza envió al norte del país a un grupo táctico comandado por el comisionado Enrique Alberto Villarroel, segundo jefe del Área de Investigaciones Criminales.
“Se trata de una organización delictiva muy bien organizada, conformada por personas de nacionalidad paraguaya. Sabíamos que iban a ingresar la marihuana por Corrientes, posiblemente por Encarnación o sus inmediaciones, así que nos desplegamos en toda la zona”, explicó el funcionario.
En camino
Tal como habían previsto los policías, el cargamento ingresó al país, recorrió la provincia de Corrientes y luego pasó a Entre Ríos. Fue entonces que el equipo de la Metropolitana ubicó el furgón blanco en el que trasladaban la droga.
Comenzó un seguimiento a distancia del pequeño camión, mientras otras unidades bloqueaban distintos puntos de escape. La idea de los uniformados era “acompañar” la carga hasta el destino final, donde otras unidades estaban listas para actuar.
Todo se precipitó cerca de las 7 de hoy, ya en nuestra provincia, más precisamente en la autopista, poco antes del peaje de Santo Tomé. Las escuchas telefónicas revelaron que los narcotraficantes se dieron cuenta de que eran perseguidos. Imprevistamente, el auto de apoyo de la banda, una VW Suran de color negra con vidrios polarizados, se cruzó en el camino del vehículo que los seguía y sus dos ocupantes abrieron fuego contra los agentes. Se generó entonces un intercambio de disparos que culminó cuando los delincuentes se dieron a la fuga, abandonando a su suerte al camionero y su carga.
“Rápidamente solicitamos apoyo a la Unidad Regional I de la Policía de Santa Fe, cuyas autoridades respondieron de manera inmediata para dar seguridad a nuestro personal”, puntualizó Villarroel.
Cerca de 4 toneladas
El chofer del rodado fue arrestado y puesto a disposición de la Justicia Federal. Luego, mientras efectivos del Grupo de Operaciones Especiales de la URI (fuerza de elite) armados con fusiles y escopetas acordonaban el lugar, los investigadores revisaron la documentación que había en el vehículo y finalmente abrieron la caja. Con un interminable “pasamanos”, los policías retiraron uno tras otro los paquetes de nylon que contenían ladrillos de marihuana compactada, en una cantidad inédita para nuestra región. Al cierre de esta edición, los peritos seguían contando y pesando la droga, pero las estimaciones hacían referencia a una cantidad cercana a las 4 toneladas.
El flamante jefe de la Unidad Regional I, Sergio Vergara, explicó esta mañana que se implementó un fuerte operativo de rastrillaje en toda la zona para tratar de dar con los dos prófugos, sujetos armados y de extrema peligrosidad.
La causa está en manos del Juzgado Federal Nº 9 de Capital Federal, a cargo del doctor Luis Rodríguez.
Según pudo saberse, paralelamente se inició una serie de allanamientos en Capital Federal y provincia de Buenos Aires, para desbaratar el resto de la organización delictiva.