Una feroz pelea entre alumnos de la escuela nocturna N° 326 Patriarca de la Federación (apareció un destornillador usado como arma blanca y hubo amenazas de disparos) desató una crisis en la institución y motivó la intervención policial.
Las autoridades mantuvieron reuniones con los padres de los estudiantes. Se evaluó la posibilidad de suspender el dictado de clases.
Una feroz pelea entre alumnos de la escuela nocturna N° 326 Patriarca de la Federación (apareció un destornillador usado como arma blanca y hubo amenazas de disparos) desató una crisis en la institución y motivó la intervención policial.
La secuencia se inició la noche del martes cuando agentes policiales recibieron un aviso del 911 para acudir a la escuela Di Carlo (la nocturna Patriarca de la Federación comparte el inmueble ubicado en E. Zeballos 4600) , por un incidente en el lugar.
Los uniformados entrevistaron al vicedirector quien narró que el día anterior, alrededor de las 22,30 hs, tres alumnos resultaron heridos en un fuerte incidente ocurrido en el establecimiento escolar.
En su informe el docente agregó que circula información en las redes sociales dando cuenta que algunos alumnos irían armados a la escuela con el fin de dispararse dentro del establecimiento en el recreo.
El vice director señaló que previamente, el día anterior, un alumno había entrado a una de las aulas pateando la puerta y amenazando a otro estudiante con un destornillador.
A raíz de estos hechos y otros que han estado ocurriendo en la escuela, las actividades educativas se vieron interrumpidas, para poder comunicarse con las autoridades correspondientes del Ministerio de Educación y buscar una solución a los problemas que están afectando al establecimiento.
Por su parte la policía tomó nota de la situación y se comprometió a brindar seguridad y protección al personal de la escuela, los estudiantes y sus familias.
En este sentido se realizó un relevamiento del lugar y se reforzaron las medidas de seguridad en el establecimiento, para prevenir cualquier tipo de incidente o acto de violencia.
Mientras tanto, la investigación sigue en curso para esclarecer los hechos y determinar las responsabilidades correspondientes.
El Litoral intentó comunicarse con las autoridades de la institución aunque sin mayores resultados. Solo durante la noche del miércoles un hombre de apellido Rapela informó que se encuentran abocados a resolver la situación y que mantienen reuniones con los padres de los alumnos.