Una joven pareja perdió la vida el mes pasado dentro de un departamento céntrico de la ciudad de Santa Fe. Todo pasó entre la noche del viernes 24 de mayo y la madrugada del día siguiente. Sus cuerpos fueron encontrados ya por la mañana, en ese inmueble de calle San Martín al 1800. Fiama Marianela Schneider tenía 25 años y su cadáver estaba sobre la cama, en el dormitorio; el de Gian Franco Emanuel Sevovia, de 30, fue hallado dentro de la bañera. Las autopsias revelaron que ambos fallecieron por intoxicación con monóxido de carbono. El lunes de la semana pasada, se pudo determinar la causa del incidente doméstico que resultó fatal.
El caso está siendo investigado por la fiscal María Lucila Nuzzo. Ella solicitó días atrás el allanamiento del departamento en cuestión y que la medida sea tenida en cuenta como anticipo jurisdiccional de prueba. El juez accedió sólo al primero de los pedidos.
Así, el lunes 1° de este mes entraron al inmueble la funcionaria del Ministerio Público de la Acusación, peritos de la Agrupación de Bomberos Zapadores, personal de Litoral Gas, la propietaria, representantes de la inmobiliaria, de las víctimas y también del consorcio.
En primer lugar se intentó hacer una prueba sobre el calefón para detectar emanaciones de monóxido de carbono, pero eso fue imposible porque en ese sector del edificio el gas estaba cortado. Luego se buscó algún desperfecto en la ventilación del aparato.
Por una parte se comprobó que la "chimenea" del calefón del departamento en la terraza no tenía el "sombrerito" de protección. Era el único que faltaba. "Eso es algo pesado, que no se puede volar con el viento", puntualizó uno de los investigadores.
Luego, los especialistas se esforzaron para hallar una posible obstrucción. Debieron romper parte del departamento. Entraron por la cocina al dormitorio y allí cortaron el caño dentro del ropero y así lo pudieron extraer. Entonces se encontraron con el problema, "un nido de palomas impresionante". El bloqueo que habían ocasionado las aves era total.
La fiscalía le atribuyó a las partes involucradas (propietaria, inmobiliaria y consorcio) el doble homicidio culposo. Por lo que pudo saberse, posiblemente no haya causa penal pero las familias de las víctimas avanzarán en el fuero civil contra quien sea responsable.
Ahora, los investigadores analizan la conducta omisiva. Intentarán determinar justamente qué grado de culpabilidad tiene cada parte. La pregunta es: ¿quién debió controlar que el calefón no tuviera ese defecto? ¿La dueña, la inmobiliaria que dijo en el contrato que el departamento estaba en perfecto estado o el consorcio que debe controlar los espacios comunes? Tal vez sólo se trató de un hecho fortuito que no se podía prever.
Otro de los interrogantes que debe responderse es si las palomas habrían podido anidar en el caño si el "sombrerito" o tapa hubiese estado colocado adecuadamente.