Parece una burla del destino pero la parroquia Nuestra Señora de la Paz lo que menos tiene es paz. En poco menos de dos meses hubo tres robos y en uno de los hechos hasta llegaron a golpear al sacerdote del lugar.
Se trata de la parroquia Nuestra Señora de la Paz (Alberdi 1700). Sufrió tres robos en dos meses. En un caso el ladrón atacó al cura. Preocupación en la comunidad religiosa y en los vecinos.
Parece una burla del destino pero la parroquia Nuestra Señora de la Paz lo que menos tiene es paz. En poco menos de dos meses hubo tres robos y en uno de los hechos hasta llegaron a golpear al sacerdote del lugar.
En rigor los incidentes ocurrieron en la casa parroquial, que está "pegada" con la iglesia ubicada en Alberdi 1700, esto es, en el límite entre los barrios Sargento Cabral y Monseñor Zaspe, de Santo Tomé.
El sacerdote Oscar Marracino narró a El Litoral cómo fueron los hechos. "Esto comenzó la tarde del 1 de diciembre. Yo estaba rezando en la iglesia y al regresar a mi casa encuentro que había un ladrón adentro. Al verse sorprendido me tiró una trompada que me rasguñó la naríz. Para entrar había violentado un portón y en la fuga se dejó dos mochilas que tenía preparadas con pertenencias mías. Igualmente se llevó una bicicleta que tiró por encima de un tapial".
"El segundo incidente ocurrió el 28 de diciembre en momentos que le estábamos dando la bienvenida a otro sacerdote. En este caso también habían forzado el portón de la casa y finalmente se llevaron reeles y algunas cañas de pesca", agregó.
El tercer robo fue el martes, el mismo día en que salí de viaje para ir a ver a mi familia. Con un gato hidráulico forzaron una reja y entraron. Revolvieron todo y se llevaron algunas pertenencias, entre ellas, una añeja pistola que era un recuerdo de mi madre fallecida".
Más adelante el Padre remarcó su sospecha en cuanto al autor de los robos. "No tengo dudas que es una persona que conocer mis movimientos. No puede ser que el último robo se produjo horas después que me había ido de vacaciones".
"La parroquia es víctima de la inseguridad al igual que los vecinos del barrio. En ese sentido la situación está muy mal porque muchos me comentan que han sufrido robos en sus viviendas. Les han sacado garrafas, bicicletas o elementos de mayor valor. La crisis económica afecta, pero creo quee las adicciones provocan todo esto. El muchacho que yo encontré en la casa parroquial estaba drogado", comentó el Padre Marracino.
Respecto al futuro el religioso sostuvo que tiene previsto reclamar ante la policía y ante el nuevo intendente de Santo Tomé. "La parroquia está en una zona oscura, mal iluminada. Vamos a colocar alarmas y cámaras. Queremos poner un tejido olímpico porque a la noche se escuchan tiros y todos tenemos miedo", cerró.