Lo que comenzó como una cena familiar terminó en una pesadilla para Santiago, vecino de barrio Candioti. El nombrado dejó su camioneta Toyota Hilux estacionada en calle Güemes al 3900 mientras compartía una cena con sus hermanas. Horas más tarde, descubrió que le habían robado el vehículo y, con sorpresa, constató que los delincuentes también habían saqueado su casa tras obtener la dirección en documentos que estaban en el interior del vehículo.
Eran aproximadamente las 20,30 hs cuando el hombre llegó al edificio de su hermana, estacionando su camioneta cerca. La noche transcurría sin sobresaltos, hasta que cerca de las 22,30, su hermana mayor notó que el vehículo ya no estaba en el lugar donde lo había dejado. "Yo no había notado nada raro cuando llegué ni mientras estacionaba", relató Santiago, que incluso había pasado previamente por un supermercado de la zona, completamente ajeno a lo que estaba por ocurrir.
Apenas se dio cuenta del robo, se dirigió a la comisaría para denunciar el hecho. Sin embargo, la historia dio un giro inesperado cuando, en medio del proceso, recibió una llamada de la Policía de Investigaciones (PDI): "¿Tenías las llaves de tu casa en la camioneta?", le preguntaron. Santiago confirmó que, efectivamente, había dejado allí las llaves, y los oficiales le recomendaron revisar su vivienda ubicada en Iturraspe, entre Necochea y Sarmiento, cuanto antes.
"Al llegar, entendí todo", contó la víctima. Al parecer, los delincuentes primero habían utilizado un inhibidor de señal para abrir su camioneta y apoderarse de las llaves de su casa y, acto seguido, regresaron para llevarse también el vehículo. Luego, con la dirección en mano, entraron a su hogar y trabajaron sin prisa, llevándose dinero en efectivo y algunos objetos de valor. "Nos robaron prácticamente todo lo de valor que teníamos a la vista", afirmó con resignación.
Fue planificado
La secuencia del robo no parece haber sido producto del azar. En los últimos meses, en los barrios de Candioti y Guadalupe se ha vuelto común una modalidad de robo que utiliza inhibidores de señal para acceder a vehículos y así obtener información sobre las viviendas de las víctimas. Según explicó la Policía, los ladrones usan el inhibidor para impedir que los dueños puedan bloquear el auto con el control remoto, lo cual les facilita abrir las puertas y registrar el interior sin levantar sospechas.
El propio Santiago considera que fue víctima de esta metodología: "Creo que utilizaron un inhibidor. Cuando hablaba con la policía, me dijeron que este tipo de robos está ocurriendo en las zonas donde hay bares o mucha circulación, como aquí en Candioti. Ven que estacionás, inhiben el cierre y buscan las llaves de la casa o documentos que indiquen la dirección. Así tienen un acceso directo al hogar".
El detalle que hace sospechar una planificación previa es que, minutos antes de entrar a la casa, los delincuentes tocaron el timbre para cerciorarse de que no hubiera nadie. "A eso de las 20,30 mi mamá escuchó el timbre. Era un hombre de entre 20 y 30 años, que preguntó algo absurdo: si en la casa ponían vacunas", recordó Santiago. Minutos después, su madre salió para cenar con unas amigas, y entonces los delincuentes tuvieron el camino despejado para entrar.
Robos a repetición
La lista de pertenencias robadas incluye dinero en efectivo, documentos, y artículos personales. Además de la pérdida material, el robo deja una amarga sensación de inseguridad en una zona que hasta hace poco se consideraba tranquila. "Lo que se llevaron de la casa en efectivo fue mínimo, pero el daño va más allá del dinero", comentó el damnificado.
Casualmente, su hermana también fue víctima de un robo en su domicilio una semana antes, aunque en barrio Guadalupe. Ambos coinciden en que la zona se ha vuelto peligrosa y los vecinos están alerta. "Esto no parece al azar, fue como un encadenamiento de mala suerte, pero con mucha precisión en cómo actuaron. Primero me roban a mí, luego a mi hermana. Estamos preocupados".
Hasta el momento, la camioneta de Santiago no ha sido encontrada. La Policía continúa con la investigación, aunque el aumento de estos robos con inhibidores de señal han aumentado la preocupación.