Nuevo robo en la escuela Normal: "Voy a tener que traer mi cama y dormir en el colegio", dice su director
Por cuarta vez en un mes delincuentes ingresaron a la emblemática institución educativa de barrio Sur. Arremetieron contra la cantina donde provocaron destrozos y robaron elementos.
Nuevo robo en la escuela Normal: "Voy a tener que traer mi cama y dormir en el colegio", dice su director
Por cuarta vez en un mes y medio la escuela Normal N° 32, José de San Martín, fue blanco de la delincuencia. Durante la madrugada uno o más delincuentes ingresaron a la tradicional institución educativa ubicada en el corazón de barrio Sur y volvieron a ensañarse con la cantina donde provocaron destrozos y robaron elementos.
El o los intrusos dejaron en claro que no fue un robo "al voleo" sino algo planificado. Para entrar lo hicieron por un ventiluz que da a calle Monseñor Zaspe el que fue violentado y les permitió el acceso a una galería del colegio. Previo a esa acción cortaron un alambre de púas que está sobre el tapial.
Una vez en el interior del inmueble fueron hacia un objetivo conocido: la cantina de la escuela donde, tras romper a golpes una pared de durlok, ingresaron y la vandalizaron.
La acción del malviviente quedó registrada por una cámara de seguridad del lugar. En un tramo de las imágenes se observa como un individuo revisa una estantería y luego intenta sacar un sensor u otra cámara.
Hartos y preocupados
"Otra vez nos volvieron a robar. Durante el año creo que ya nos entraron como diez veces...., hemos perdido la cuenta. Estamos hartos y a la vez preocupados porque esto demuestra que el tejido social está roto", dijo Roberto Nasimbera, el director de la institución, en diálogo con El Litoral.
"No entiendo por qué se descarga esta violencia contra una institución educativa. Ya nos han robado las canillas, las cortinas del Aula Magna, los reflectores del patio, vandalizaron la cantina, no sé... en cualquier momento se van a robar las calesitas del jardín de infantes", agregó.
"Ya no sabemos qué hacer para defendernos. Hemos puesto cámaras, alarmas pero nada de eso sirve. Anoche la alarma sonó pero cuando llegó la policía ya no había nadie. Quisimos poner rejas. Averigué el costo pero cuando fui para comprar no me quisieron vender; me dijeron que no tenían precio.
Los daños en la cantina de la tradicional institución educativa. Crédito: El Litoral.
"Uno no descansa de la manera adecuada porque está con el oído entrenado esperando el llamado de la alarma. Creo que voy a tener que llevar mi cama y dormir en la escuela", sentenció.
La verdad que estamos cerrando el año de la peor manera. Hemos sido objeto de robos de manera constante. Pero no tenemos que dejar que se naturalice, porque sino vamos a un abismo seguro.