En los últimos días, la Escuela Particular Incorporada Nro 1304 Paz, Pan y Trabajo, ubicada en San Jerónimo 1352 de la ciudad de Santa Fe, sufrió una serie de robos que dejaron a toda la comunidad educativa sumida en la preocupación y la tristeza.
La Escuela Particular Incorporada Nro 1304 Paz, Pan y Trabajo, fue blanco de reiterados hechos delictivos. Tanto la directora como la vice alertaron sobre la sustracción de material educativo, así como sobre los daños en las instalaciones e indicios de intentos de incendio.
En los últimos días, la Escuela Particular Incorporada Nro 1304 Paz, Pan y Trabajo, ubicada en San Jerónimo 1352 de la ciudad de Santa Fe, sufrió una serie de robos que dejaron a toda la comunidad educativa sumida en la preocupación y la tristeza.
En menos de una semana, la institución fue víctima de al menos cinco robos consecutivos, lo que provocó destrozos y pérdidas materiales, además de un clima de inseguridad creciente.
La directora del establecimiento, Marina, relató a El Litoral los hechos ocurridos a fines de la semana pasada, cuando comenzaron a registrarse las primeras intrusiones en la escuela.
“Desde el día viernes nos vimos afectados por una serie de robos continuos; todos los días entraban en la madrugada. Durante el fin de semana descubrimos que prácticamente tomaron la escuela como su domicilio particular", explicó, visiblemente angustiada.
En este sentido, destacó la gravedad de lo sucedido: “Lo que no tiene nombre es la maldad con la que destrozaron material que estaba destinado a los chicos. Hicieron sus necesidades sobre los juguetes de los niños, objetos que no se podían llevar ni utilizar. Además, descubrimos indicios de fuego, lo que nos hizo temer de que quisieran incendiar la escuela”.
La directora también comentó que, a pesar de los esfuerzos de la escuela por denunciar y colaborar con las autoridades, la situación se repitió cada noche, lo que hizo aún más angustiante todo.
Por su parte, la vicedirectora expresó su preocupación por la creciente violencia de los robos, apuntando a la posibilidad de que se tratara de los mismos individuos, ya que hubo registros en las cámaras de seguridad.
“Aparentemente, se trataría de las mismas personas. Hoy descubrimos que el medidor de luz estaba extraído, lo que nos hizo temer que quisieran dejarnos sin energía para poder ingresar al edificio sin obstáculos”, señaló.
Y agregó: “Lo que más nos preocupaba es que si nos dejaban sin luz, quedaríamos totalmente desamparados. Estamos preocupados, pero no vamos a parar”.
A pesar de los daños y las pérdidas, ambas entrevistadas coincidieron en que los robos no van a detener el trabajo que realizan con dedicación por los niños y las familias.
“Lo que logramos fue fruto del esfuerzo de todos, de los bingos, beneficios, de las familias, de la mínima cuota que aportan, y todo eso lo seguirán llevando, pero nosotros seguimos trabajando, más unidos que nunca”, destacó la vicedirectora, quien también recordó la fortaleza del equipo docente y asistencial que, a pesar de la difícil situación, permaneció firme.
A su turno, la directora subrayó que, aunque la situación fue dolorosa, la escuela no se rendirá. “Esto nos dejó preocupadas y tristes, pero no nos va a parar. Seguiremos adelante, como siempre lo hicimos. Lo que sucedió no cambiará nuestra necesidad de seguir trabajando por nuestros chicos”, concluyó.
A pesar del robo y los destrozos, tanto las autoridades educativas como las familias están decididas a superar esta adversidad. Sin embargo, la comunidad escolar exige más seguridad y respuestas rápidas de las autoridades ante la creciente ola de vandalismo que afecta a la institución.