El encargado de un hostel de la ciudad de Santa Fe atrapó este miércoles a un osado delincuente que, aprovechando un momento en que el éste fue hasta el patio, se trepó a una reja del frente y por una ventana, comenzó a sacar objetos de valor que estaban en el mostrador.
Sucedió alrededor de las 7 de la tarde, en el hospedaje de barrio Candioti, que funciona en una casa de calle Marcial Candioti 2969, entre Calchines y Seguí, a metros de la plaza Emilio Zola.
A través de la reja
Entrevistada por El Litoral, Gisela, una de las dueñas del "Hostel Instalate", relató que ocurrió por la tarde y que el delincuente, de 28 años "se subió como al peldaño de la ventana que da al frente, con la mano corrió el mostrador y se empezó a llevar cosas".
Lo hizo desde afuera y a través de una reja, que no le impidió cargar con barios objetos de valor. "Se llevó dinero, un teléfono inalámbrico y luces de emergencias", enumeró la damnificada. "Todavía no pude saber qué más falta porque yo no estaba en ese momento, pero cargó bastantes cosas", confirmó.
En un primer momento "pensaron que venía robando desde otros lugares" pero luego se constató que todo lo que llevaba había sido sustraído del hostel.
A tres cuadras
Afortunadamente para el comercio, "uno de los voluntarios -así llaman al encargado- lo salió a correr y lo alcanzó a unas tres cuadras" ayudado por "los vecinos que también lo corrieron". Ahora "las cosas están en fiscalía", apuntó Gisela, cuya socia se encontraba haciendo los trámites para poder recuperarlas.
Un muchacho de 28 años fue apresado por el encargado del lugar y vecinos que lo corrieron tres cuadras. Crédito: Prensa URI.
En medio de la vorágine de la persecución, los vecinos llamaron al 911, por lo que acudió personal de la Brigada Operativa de Prevención, que se encargó de trasladar al acusado hasta la Comisaría 3ra. donde quedó a disposición de la fiscalía en turno, bajo los cargos de "robo en grado de tentativa", puesto que las cosas fueron recuperadas.
El hostel Instalate funciona hace apenas dos años en la ciudad, demorado por los efectos de la pandemia y el aislamiento obligatorio. Actualmente cuenta con una plaza para 25 personas y se nutre fundamentalmente de la gente que viene a la ciudad para eventos y muchos de sus visitantes suelen ser extranjeros.