Hay veces que la delincuencia desafía cualquier límite. Tal lo que pasó en La Pastelería de Gladys, en su local de bulevar Gálvez y Necochea, donde ladrones entraron a robar dos veces en la misma noche.
Se trata del local de bulevar Gálvez y Necochea. El primer ladrón rompió la vidriera y robó la recaudación. Dos horas después ingresó otro sujeto y se llevó mercaderías y elementos de trabajo.
Hay veces que la delincuencia desafía cualquier límite. Tal lo que pasó en La Pastelería de Gladys, en su local de bulevar Gálvez y Necochea, donde ladrones entraron a robar dos veces en la misma noche.
La insólita secuencia se produjo durante la madrugada del jueves y comenzó cerca de las 3 cuando un delincuente arrojó un elemento contundente y destrozó la vidriera. Acto seguido ingresó al local y sustrajo el dinero que había en la caja, para finalmente darse a la fuga.
Pero las malas noticias no terminaron ahí. Porque minutos antes de las 5 apareció en escena un segundo delincuente (éste último encapuchado) el que, aprovechando la rotura de la vidriera, también accedió al comercio y se llevó un horno microondas, cubiertos, además de algunas tortas y alfajores.
Lo ocurrido provocó la lógica indignación del propietario del comercio quien no vaciló al decir "esto es tierra de nadie".
"Esto que estamos viviendo es una locura. La bronca que uno siente es gigantesca. Somos una empresa familiar, de trabajo y ahora resulta que también tenes que convertirte en policía, aprender a hacerte tu propia seguridad. Ya no basta con poner rejas o alarmas. Nada alcanza", señaló ofuscado.
"Lo peor de todo es que el delincuente que ingresó está identificado. Es el mismo que hace un mes vandalizó nuestro otro local que está en bulevar Gálvez y Mitre. Hicimos la denuncia pero anda suelto con total impunidad y nadie hace nada", se quejó.
"Uno trata de tener todo en regla pero así no se puede. Te hacen multa por tener una silla de mas o una de menos. Pero cuando se reclama por seguridad todos hacen oídos sordos", sentenció.