En el tradicional barrio Sur de Santa Fe, los vecinos se encuentran alarmados ante una creciente ola de robos y la sensación de total abandono por parte de las autoridades.
En el tradicional barrio Sur de Santa Fe, los vecinos se encuentran alarmados ante una creciente ola de robos y la sensación de total abandono por parte de las autoridades.
Un grupo de residentes del barrio se comunicó con El Litoral y aseguró que la zona más castigada es la de Corrientes y San Lorenzo, así como sus alrededores, donde los hechos delictivos se dan con mayor asiduidad.
El último de los casos ocurrió la mañana del viernes y tuvo como víctima a una chica que iba en bicicleta y sufrió un violento asalto por parte de los llamados "motochorros". La víctima fue interceptada por dos delincuentes en moto, quienes la arrojaron al suelo y le arrebataron su teléfono celular. La escena tuvo lugar en la intersección de San Lorenzo y Juan de Garay y la joven fue auxiliada luego por el personal del un comercio cercano.
La situación ha llegado a un punto crítico en los últimos tiempos, y todas las noches los vecinos se ven perturbados por ruidos provenientes de los techos. Esos sonidos pertenecen a individuos que se desplazan por la parte superior de los inmuebles con fines delictivos.
Hace tan solo diez días, una mujer cenaba en su casa cuando escuchó los gritos de un vecino. Un desconocido había forzado la reja de la casa de una mujer, una escribana, y estaba intentando ingresar por la fuerza. Afortunadamente, el esposo de la mujer actuó rápido y logró ahuyentar al intruso, quien escapó por los techos de las casas linderas.
Además de estos incidentes, recientemente otra vecina presenció cómo se saqueaba una casa deshabitada en calle Corrientes 3300. Los delincuentes se llevaban todo por una ventana y caminaban impunemente por la calle, llevándose incluso los elementos de cocina y los accesorios del baño.
La esquina de Corrientes 3200 también se ha convertido en un foco de problemas, relacionados en este caso con el trabajo sexual. Hace poco tiempo, una trabajadora del rubro intentó irrumpir con fuerza en un edificio de la zona, generando temor y preocupación entre los residentes.
Por último, los vecinos señalaron los constantes robos callejeros que ocurren a plena luz del día. Las personas que esperan el colectivo o simplemente caminan por la vía pública se han convertido en víctimas frecuentes de asaltos. La mayoría de las víctimas son mujeres e incluso niños, lo que agrava aún más la situación y aumenta la angustia de los damnificados.