Varias personas, entre ellas niños, que intentaban cruzar la frontera entre Salta y Bolivia, a través del caudaloso río Bermejo, a la altura de la localidad salteña de Aguas Blancas, son intensamente buscadas debido a que el gomón en el que viajaban sufrió una pinchadura y fue arrastrado por la corriente.
Fuentes policiales informaron que personal de Bomberos y de la fuerza de seguridad trabajan en el lugar, donde Gendarmería Nacional logró rescatar a un hombre que venía en la barcaza que sufrió la avería, en la que viajaban alrededor de unas 20 personas desde la localidad boliviana de Bermejo hacia Aguas Blancas, en Salta. El cauce del río Bermejo se encuentra particularmente crecido por las intensas lluvias registradas en la zona, lo que provocó que la fuerte correntada dificultara el trabajo de quienes estaban a cargo de la precaria embarcación.
Tenés que leerVideo: cedió una baranda en una universidad en Bolivia y fallecieron siete estudiantesAl atravesar una palizada, el gomón sufrió una rotura, lo que motivó que muchos de los ocupantes de la barcaza se lanzaran al río para salvar sus vidas, pero varias personas, que se estima que podrían ser seis aunque hasta el momento no hay datos oficiales al respecto, continuaron a bordo, río abajo. Los voceros explicaron que esto motivó una intensa búsqueda, de la que participa personal policial y de Gendarmería Nacional, incluso de manera aérea, pero la falta de señal de teléfonos móviles en la zona hace prácticamente imposible saber los últimos avances.
Además, revelaron que, según el relato de algunas de las personas que lograron ponerse a salvo de esa situación luego de tirarse de la embarcación y llegar a la orilla, en el gomón quedaron mujeres y niños que aún no fueron encontrados. Una mujer que logró salir de las aguas del río habló con medios en la zona y aseguró que “hay dos bebés” desaparecidos, y que por lo menos son tres las personas mayores que son intensamente buscadas.
“No sé cuantos salieron ni cuántos viajábamos, dicen 17 o 18. El gomón era de seis gomas, éramos muchos. La gente comenzó a ponerse nerviosa, a llorar y gritar” por el efecto de la corriente y el oleaje, hasta que “empezaron a saltar”, aseguró.