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Itatí Leguizamón, esposa de Germán Suárez, comentó que los familiares de los otros submarinistas la insultaron y quisieron pegarle por declarar que "no cree en la posibilidad de que sean rescatados con vida".
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La esposa de Germán Oscar Suárez, cabo primero y radarista del submarino ARA San Juan, denunció hoy en Mar del Plata que familiares de otros tripulantes de la embarcación la insultaron y quisieron agredirla por haber dicho que "no cree en la posibilidad de que sean rescatados con vida".
Itatí Leguizamón llegó poco antes del mediodía a la Base Naval de Mar del Plata para esperar el nuevo parte de la Armada Argentina, al igual que desde que comenzó la búsqueda del buque desaparecido el 15 de noviembre pasado. Según explicó, "antes de ingresar al Casino de Oficiales como cada día, los familiares que estaban en el lugar empezaron a insultarla y personal de la Armada le pidió que se retirara para evitar un conflicto mayor".
"Me acerqué para saber si había alguna novedad y me empezaron a agredir el 90 por ciento de las familias. Me quisieron pegar, me dijeron que me calle, que no hable, que si quiero hablar, que hable por mí", relató Leguizamón. "Se sintieron ofendidos porque estoy afirmando que están muertos. Ellos pueden pensar lo que quieran, pero ¿por qué me tienen que agredir a mí, si yo estoy atravesando el mismo dolor? Si ellos no lo quieren aceptar es su problema", continuó.
La mujer explicó que su madre y su cuñada tuvieron que intervenir para que no la golpearan, y que le pidieron "que se retirara y no regresara más al predio naval". "Les molestó que dijera la palabra ’viudas’, y yo no me acuerdo haberla dicho. Ellas dicen que no se consideran viudas y me empezaron a decir de todo, creen que los van a encontrar", dijo.
La esposa de Suárez señaló además que "los uniformados" presentes en la base "intentaron mediar" y le sugirieron "que dejara el lugar", mientras que los familiares de otros marinos "estuvieron de acuerdo". "Dijeron que lo mejor era que me fuera y no volviera más. Que espere el parte en mi casa. Pero tengo el mismo derecho a recibir el parte", agregó.
Leguizamón se convirtió en una de las voces más críticas hacia el manejo de la información de la Armada desde que comenzó la búsqueda del submarino, e insistió en que "no hay posibilidad de vida". La mujer se refirió además a través de distintos medios en los últimos días "a una presunta falla del submarino en 2014". "¿Por qué no dicen la verdad? Fue una implosión. No hay que ser necios", dijo, y consideró que el resto de los familiares no comparte su punto de vista "porque les dicen que sigue el operativo de búsqueda y rescate".