Viernes 14.2.2020
/Última actualización 14:26
La causa por el robo al Nuevo Banco Italiano y el asesinato del oficial Ojeda cayó en manos del por entonces Juez de Instrucción Dr. José María Rosa. El magistrado constituyó despacho en el Departamento de Policía y junto a los Jefes de Investigaciones, Identificaciones y el del Orden Social, iniciaron las tareas de rigor, levantando huellas y testimonios, mientras que policías de las diferentes seccionales se abocaban a dar con los delincuentes.
A la detención de Larrauri, le siguió la de Ovidio Retamar que llevaba la botella con nafta en el momento del atraco. Estas detenciones no fueron las únicas: durante esa tarde y esa noche, gran cantidad de personas fueron llevadas a declarar y retenidas mientras se aclaraban sus respectivas situaciones. La policía no dejó nada librado al azar, más aún contando con la presión de la prensa local a través de la cual los santafesinos fueron siguiendo los detalles de las pesquisas.
Archivo. Bosquejos que formaron parte de la investigación del atraco al Nuevo Banco Italiano.Bosquejos que formaron parte de la investigación del atraco al Nuevo Banco Italiano.Foto: Archivo.
Los testimonios se iban sumando y permitieron conocer cuáles fueron los detalles de la planificación. Diez meses atrás, Larrauri se encontraba en el Depósito de Contraventores, cumpliendo una condena por contrabando. Allí conoció a Carlos García, con quien comenzaron a elucubrar un plan para obtener una importante suma de dinero. El Nuevo Banco Italiano sería el objetivo.
El plan estaba listo y la gente que iba a colaborar, reclutada, cuando Larrauri fue trasladado a la Seccional 1era, donde continuó cumpliendo su condena pero con un régimen mucho más laxo, que le aseguraba salidas diarias sin ningún tipo de custodia. Durante las testimoniales, el Comisario de la Primera, sostuvo que ese régimen liviano fue ordenado por el juez federal; mientras que el juez federal negó esta situación. ¿Qué pasó en realidad? Nunca quedó claro, lo cierto es que el Jefe de la Primera, fue sumariado y se abrió una investigación cuyos resultados se desconocen.
Con las posibilidades de salir, de hacer y deshacer dentro de la comisaría, Larrauri continuó con la planificación del asalto y todo estaba preparado para dar el golpe el día 14 de noviembre. Sin embargo, pocos días antes García y otros que iban a formar parte del atraco al banco, fueron detenidos mientras se aprestaban a cometer un hurto. La baja de casi todos los integrantes de la banda, hizo que Larrauri se replanteara qué hacer. Fue así que rearmó el grupo con dos sujetos más.
La mañana del atraco, el líder de la banda salió de la comisaría, siguió hasta el mercado ubicado en Pasaje Bustamante, donde conversó con el chofer Juan Bianchi; después subió a un tranvía y se dirigió su casa. Había quedado con el conductor que a las 12:15 iría a buscarlo por esa zona.
Bianchi acudió a la hora convenida; Larrauri subió y a los pocos segundos, hicieron lo propio otros dos sujetos: a la postre se supo que uno era Ovidio Retamar y el otro, un Agente de la primera llamado Baldomero Barco que no estaba vestido con el uniforme. Sí, Barcos, el mismo que esa misma tarde iría a darle el pésame a la viuda de su camarada.
Fue así que Larrauri engañó al chofer Bianchi, pidiéndole que antes de llevarlo a la balsa, pasara por San Martín y Tucumán y los esperara con el auto en marcha, pues la gestión iba a ser muy breve. En pocos minutos se desencadenó el atraco.
Ante el fracaso del robo, Larrauri, Barco y Retamar atravesaron la puerta de entrada y en su huida, los dos primeros efectuaron disparos para repeler la intervención del Agente Ojeda que se disponía a cumplir con su deber. Al sentir el primer balazo en su rostro, instintivamente Ojeda giró sobre sí e intentó sacar su arma. Es en ese preciso momento que recibió un impacto en la región temporal del cráneo, cayendo herido de muerte frente al Banco.
Barco fue el último en ser detenido en la misma noche del 21 de noviembre de 1932, horas después de haberse perpetrado el fallido asalto. Fue apresado en su lugar de trabajo, la Comisaría 1era., y puesto a disposición del Dr. Rosa. Con la captura del oficial, los diarios anunciaron que el caso estaba esclarecido. Sólo restaba saber quién había matado al Agente Ojeda: Larrauri o Barco.
Archivo. Larrauri y Acevedo, parte de la banda que robó el banco.Larrauri y Acevedo, parte de la banda que robó el banco.Foto: Archivo.
Con el correr de las horas se hicieron diferentes pericias en relación al hecho. Una de ellas, la balística, fue realizada por personal del Regimiento 12 de Infantería. El resultado de la misma, junto con la reconstrucción del hecho, permitió determinar que el disparo que terminó con la vida del Agente Ojeda, provino del arma de su colega, el Agente Mauricio Barco.
A los tres delincuentes Roberto Larrauri Castillo, Mauricio Baldomero Barco y Ovidio José Retamar se los acusó de los delitos de asalto en banda y a mano armada, tentativas de robo e incendio, y además homicidio calificado a los dos primeros por ser ambos autores de los disparos que lesionaron y mataron al Agente Ojeda, realizados con la finalidad de ocultar otro delito o asegurarse la impunidad.
- Producción y Notas - Danilo Chiapello
- Voz en off - Gustavo Ocampo
- Colaboración Especial - María Daniela González
- Edición, Cámara y Sonido - Juan Manuel Vittori
- Archivo Fotográfico - Diario El LItoral y Museo y Bilblioteca Policial “Alguacil Mayor Bernabé de Luján”
- Edición Multimedia - Gonzalo Zentner y Federico Cioni