Investigan desaparición de una estatua de bronce macizo
Se la robaron del lugar en el que estaba desde 1937. Es un homenaje a José Gregorio Rossi, el creador de la Cédula de Identidad.
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¿Puede desaparecer una estatua de 450 kilos y un metro ochenta de altura? En el Cementerio de la Chacarita parece que sí. Pasó esta semana con la que homenajea a José Gregorio Rossi, el creador de la Cédula de Identidad. Y el misterio crece porque, debido al peso y las dimensiones, sólo se puede trasladar con una grúa o en un camión. Y llama la atención que nadie sepa qué pasó.
Cuidadores, visitantes y otros empleados del cementerio advirtieron la ausencia. Está claro que "es algo que no cabe en un bolsillo", le dice a Clarín Hernán Vizzari, historiador de cementerios, y agrega: "Lamentablemente, los cementerios de Chacarita y Flores sufren desde hace años saqueos y profanaciones, y su área patrimonial está desapareciendo lentamente".
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Fuentes del Gobierno porteño confirmaron el robo de la estatua y dijeron que hicieron la denuncia policial correspondiente el 5 de julio en la Comisaría 15. Además, explicaron que, como los otros cementerios de la Ciudad, Chacarita cierra sus puertas a las 17 y, luego de ese horario, quede el personal de seguridad y "no entra nadie más".
En este caso, según pudo saber Clarín, el personal de seguridad notó la ausencia de la estatua después de las 17 y tras cerrar las puertas del cementerio, cuando personal de seguridad realizaba la ronda habitual de vigilancia.
El lugar donde estaba la estatua de Rossi ahora se ve vacío. Apenas quedó una plataforma entre rectangular y cuadrada sobre la que estaba apoyada la estatua de bronce. Se supone que el valor del metal es el principal motivo del robo.
"Lo curioso de los cementerios es que, mientras Chacarita y Floresse degradan, en Recoleta no pasa lo mismo", dice Vizzari, que por su trabajo sobre historia y patrimonio fue nombrado Personalidad destacada de la Cultura. Y agrega: "En Recoleta, los daños se reparan a las 24 horas, pero parece que todavía falta mucho para que los cementerios 'del pueblo' tengan el mismo tratamiento".
La estatua de Rossi fue instalada en el lugar del que ahora desapareció en 1937. El autor fue al escultor autodidacta Domingo Vittoria. Fue el ex jefe de Policía Luis Dellepiane quién presentó el homenaje.
Según los relatos históricos, Rossi interrumpió sus estudios de ingeniería para formarse como agente de Policía. Inició una carrera que lo llevó a ser comisario. Y sus conocimientos le sirvieron para desarrollar sistemas de investigación que se aplicaron por años.
Más tarde fue jefe de la División de Investigaciones. Allí comenzó a dotar al departamento de elementos de avanzada para su época. Fue el impulsor local de la identificación dactiloscópica, o a través de las huellas digitales. También fue el creador del prontuario. Otro de los hitos de su carrera fue la Cédula de Identidad, que se utilizó en la Ciudad hasta hace algunos años. El mismo llevaba la que tenía el número uno.
El cementerio de la Chacarita, con 95 hectáreas, es el más grande la Ciudad de Buenos Aires. Fue la epidemia de fiebre amarilla, en 1871, el primer paso para su creación. Fueron momentos en los que llegaban más de 500 por día.
Además de panteones de distintas entidades, como la Asociación de Actores, también tiene un sector de bóvedas en las que descansan los restos de personalidades de distintos ámbitos. Al mismo tiempo, tienen sus espacios la Sociedad Española de Socorros Mutuos y las comunidades alemanas y británicas de Buenos Aires.
Chacarita tiene sectores deteriorados y otros en mejores condiciones. Hace dos años, el Gobierno porteño tomó la decisión de demoler un muro que estaba en peligro sobre la calle Elcano, en un sector en desuso. Eso le permitió hacer una plaza con juegos. En otros momentos también hubo quejas por el estado del sector de nichos.
Lejos de las costumbres funerarias de otras épocas, en la actualidad mucha menos gente concurre a los cementerios, por lo que, por momentos, lucen desiertos. También, hay tumbas que nadie reclama y bóvedas de familias que ya nadie cuida. Sin embargo, los historiadores y los patrimonialistas insisten sobre el valor el histórico y arquitectónico, y en la importancia de su cuidado y preservación.