Gustavo Capeletti gcapeletti@ellitoral.com Agencia Reconquista Los ribetes del Caso Díaz están bien lejos de terminar en Vera, y cada semana se ofrece un nuevo capítulo de esta saga perversa. Sin que medie alguna solución de continuidad, el horror y el terror son parte de la vida cotidiana de la menor víctima G. D., abusada por su padre Manuel Díaz de la infancia y ahora revictimizada por familiares, funcionarios, y desde el martes por un suerte de “grupo de choque”. Según relató hoy a El Litoral la madre de la menor, “el martes antes de entrar a la escuela la atacaron dos sujetos en moto que iban con dos mujeres con una navaja, le rayaron toda la cara y le cortaron el pulover en el lado izquierdo a la altura del corazón, a pesar de que se atajó”. Leandra Marinello añadió que “la patearon y le dijeron que iban a volver y la van a matar por las cosas que estaba diciendo en la justicia. De ahí fuimos a la policía y la revisó un médico, y luego fuimos al hospital y el médico de turno constató que no eran rasguños sino que las heridas se habían producido con algo punzante”. Esta mujer indicó que “mi hija dijo ante la policía que por la forma de hablar los atacantes no eran de esta zona y reconoció dos motos Honda, de color negro, porque la tenían en el suelo, la golpeaban y trataban de apretarle el cuello”. Como era de esperar y ante la magnitud del hecho denunciado, “desde ese día no fue más al colegio y el fiscal nos puso custodia policial”, contó. Esto ocurrió al mediodía del martes frente al Colegio Nacional de Vera mientras estaba esperando para entrar a la escuela, repasó Marinelli. “La agarraron los de la moto que tenían capuchas negras y las mujeres con capuchas claras, después que la atacaron vieron que se acercaba gente así subieron a las motos y huyeron del lugar para el lado del centro de la ciudad. Ella solo reconoció las motos pero no conoció a la personas”, precisó. Sobre el ataque, describió que “se defendió del puntazo con la navaja con sus manos porque iba directo al corazón, secuestraron el pulover donde quedó marcado el corte en el lado izquierdo, después la tiraron al suelo y la patearon en la cabeza, todavía hoy está con dolores por los golpes”. Y ahí “le dijeron ‘vamos a volver y te vamos a ver muerta a vos y a tu mamá’. Ese día yo la acompañé primero a ella a la escuela y después lo llevé a un hijo de tres años que tengo, y según declaró G. las motos aparecieron apenas me fui del lugar”, dijo preocupada. Un milagro Para la madre, la adolescente se salvó porque “la punta de la navaja pegó justo en el armazón de alambre del corpiño que tenía puesto, por eso es que le rompió el pulover pero no le tocó el cuerpo. Fue un intento de matarla, y además le recriminaban que había hablado de más”. “Ahora estamos con custodia en nuestra casa y para salir a cualquier lado, estamos con miedo porque seguro que van a volver a atacar”, advirtió. Desde la Unidad Fiscal de Vera confirmaron la existencia de la denuncia, y sostuvieron que este hecho puntual es investigado en el marco del Caso Díaz, que tiene preso en Las Flores al ex empleado del Servicio Público de la Defensa, Manuel Díaz. Está imputado por delitos aberrantes de abuso sexual gravemente ultrajante por las circunstancias de la realización, reiterado, agravado por el vínculo y por ser el autor el encargado único de la guarda y cuidado de la menor y aprovechándose de su situación de convivencia.