Pablo Ventura, el remero de Zárate que ayer fue sobreseído por el crimen de Fernando Báez Sosa en Villa Gesell, aseguró hoy que aún se pregunta el motivo por el cual los rugbiers lo involucraron en el asesinato y consideró que se trató de una ‘maldad‘.
“Desde el primer día me pregunto el por qué -los rugbiers- me señalaron a mí y no encuentro la respuesta sinceramente, ya que en ningún momento tuve trato directo con alguno de ellos”, expresó el joven de 21 años en diálogo con Télam.
Pablo también contó que intentó recordar si había discutido con algún amigo o conocido de los imputados, aunque aseguró que en los últimos dos años no tuvo problemas ‘con ninguna persona”.
“Me pregunto por qué me nombraron, por qué esta maldad en contra mía y no lo puedo descubrir”, expresó el joven, quien comentó que según le dijeron ‘fueron cuatro los rugbiers que lo nombraron como dueño de la zapatilla ensangrentada‘ que llevaba puesta uno de los atacantes.
El joven recordó un hecho que vivió hace unos años cuando estaba junto a un grupo de remeros y desde un Toyota Corolla varias personas los insultaron.
“Una vez pasó un Corolla por al puerta del Club Náutico Zárate -entidad donde entrena- cuando justo salíamos con un grupo de remeros y nos gritaron ’los remeros son todos putos’ o algo así. Sé que fueron de rugby pero no llegué a identificar quién era”, relató Pablo.
También dijo que desde que regresó a Zárate el pasado martes 28 de enero luego de ser liberado el 21 en la causa por el crimen de Báez Sosa (19), no tuvo contacto con ninguna persona ligada al Club Zárate Rugby, del cual formaban parte algunos de los agresores.
Al ser consultado sobre si sigue el desarrollo del caso, manifestó que “poco y nada” y que pasa gran parte de su tiempo con amigos dentro de su casa.
“Estoy volviendo a la vida totalmente normal. Todavía no fui a remar, probablemente este lunes lo haga”, dijo.
Por otra parte, contó que la fiscal de la causa, Verónica Zamboni, le comunicó que la semana que viene le entregará en mano su celular, que fue secuestrado para ser peritado tras su detención.
Finalmente, el joven volvió a enviarle sus condolencias a la familia de Fernando y agregó: “No hay que olvidar que si bien por mí se hizo justicia y estoy feliz, por otro lado tengo un trago amargo porque falleció un chico y por eso no hay que olvidarse, hay que esperar que se haga justicia”.
Por su parte, esta mañana el padre de Pablo, José María Ventura, adelantó a C5N que analizará junto a su abogado tomar ‘acciones legales contra todo aquel que habló de más‘ y contra los imputados que involucraron a su hijo cuando era inocente.
‘Pusieron títulos horrorosos en televisión, diarios que decían barbaridades sin saber lo que estaba pasando y por supuesto contra los rugbiers. Esto no va a quedar así‘, expresó.
Ventura fue sobreseído ayer por decisión del juez de Garantías de Dolores, David Mancinelli, luego de que quedara probado por videos y testimonios que la noche del crimen de Báez Sosa estaba en Zárate y nunca había viajado a Villa Gesell.
En otro orden, el expediente de siete cuerpos que se lleva adelante por el homicidio del joven fue devuelto este mediodía a la Unidad Funcional de Instrucción 6 de Villa Gesell, a cargo de Zamboni, luego de estar desde el viernes último en poder del juez de Garantías para resolver el sobreseimiento de Ventura.
Por ello, se aguarda que en las próximas horas la fiscal incorpore formalmente a la causa el resultado de las pericias de los celulares secuestrados a los imputados y así las partes tengan acceso a ese material.
En ese sentido, la querella, representada por los abogados Fernando Burlando y Fabián Amendola, presentó ayer un pedido para que Zamboni la notifique del momento de apertura del sobre con el informe sobre los 5 terabytes de información de los celulares incautados a los rugbiers la mañana posterior al crimen en la vivienda en la que se alojaban.
Amendola informó además que entregó un pendrive en la fiscalía para obtener una copia del material más relevante obtenido de los seis Iphone, dos Huawei y un motorola de los acusados.
Fuentes judiciales indicaron a Télam de todos modos que la apertura es ‘discrecional de la fiscalía‘ y que no existe obligación de contar con la presencia de las partes, aunque tanto el particular damnificado como la defensa tienen derecho a obtener una copia del material.