Viernes 6.12.2019
/Última actualización 17:14
“Cumplí por la mitad la promesa que le hice a Marianela el día del velorio, donde le prometí que no iba a dejar de luchar hasta que no encontrara a los responsables de semejante tragedia” comentó muy emocionada Graciela Brondino, minutos después de haber escuchado la condena a 20 años de prisión a Walter Daniel Borda por el homicidio de su hija.
Este lunes comenzó el juicio, que se desarrolló en los tribunales locales y por el que pasó una veintena de testigos. Al término de la semana, el tribunal pluripersonal compuesto por los jueces José Luis García Troiano -presidente-, Susana Luna y Pablo Busaniche decidió por unanimidad condenar a Borda por homicidio en ocasión de robo. “Tenía miedo de que lo absuelvan”, comentó Graciela, que aguardó con sus manos unidas, como rezando, escuchar el fallo.
El abrazo con Catalina Narváez, de la Asociación Familiares de Víctimas de la Inseguridad, luego de que se oyera la palabra “condena”, resumió los casi 10 años que llevan buscando justicia: “Fue cerrar años de lucha”.
“Es un juicio histórico para la asociación, y creo que es un mensaje, también ,para las otras madres que están buscando justicia para sus hijos” dijo, y con la voz quebrada: “Yo estuve varios años sin tener nada, -pero- si uno le pone empeño a la cosa, se puede llegar a conseguir algo.”
“En algunos momentos pensé que era imposible alejar un tsunami con la palma de la mano, pero me tomaba los días para llorar, después me sacudía y seguía luchando”. Marianela Brondino tenía 25 años y toda la vida por delante. Tras 5 años de insistencia ante la justicia, su papá falleció debido a un cáncer que había hecho metástasis y que, para Graciela, se originó en el dolor que causó la pérdida de su hija. “Me destruyeron la familia completamente” y “hoy, por primera vez, la Justicia no me defraudó.
Conmovida, agradeció a sus abogados, Federico Lombardi y Agustín Roubienau del CAJ, y a los fiscales Andrés Marchi y Martín Torres quienes destacaron el “papel esencial -de Graciela-, sobre todo en la etapa instructoria. Ella siempre acompañó, siempre se movió” y tuvo un papel “proactivo”.
A pesar de estar “muy contenta”, la madre de Marianela destacó que a la lucha “todavía no la cierro, ahora voy por la otra persona que falta”. Ese otro es José Eduardo “Bebe” Giménez, que actualmente está preso en Las Flores. “el juicio se está desarrollando de manera escrita, porque era menor al momento del hecho”, y adelantó que “el miércoles que viene hay una audiencia respecto a eso”.
Marianela Brondino regresaba a casa el 28 de abril de 2010. Venía de la panadería en la que trabajaba, andando en su bicicleta playera amarilla. Cuando circulaba por Gorostiaga al 1900, una moto negra se le acercó. A bordo de la misma iban dos hombres, el que manejaba sería el “Bebe” Giménez, mientras que el acompañante era Walter “Pipi” Borda. Este último, intentó arrebatarle la cartera de un tirón, y esto causó que la joven cayera al suelo y se golpeara la cabeza contra el asfalto.
Luego de una semana, durante la que fue sometida a varias cirugías, Marianela sufrió una falla multiorgánica, que le provocó el paro cardiorespiratorio que puso fin a su vida. Este viernes 6 diciembre de 2019, luego de que pasaran 117 meses de ese trágico día en el que la vida de la familia Brondino cambió por completo, Marianela al fin obtuvo algo de justicia.