El primero en declarar al comenzar la tercera jornada del juicio al pintor acusado del crimen de la familia Espino-Rampazzo, en octubre de 2018, fue el jefe del Cuerpo Médico Forense, Pascual Pimpinella. En 2020, el profesional determinó que la probable causa de la muerte del matrimonio fue la asfixia.
Los cuerpos de Rafael Espino (62) y Mónica Rampazzo (57) fueron encontrados en la cocina comedor de su vivienda de Francia al 1180 la noche del miércoles 24 de octubre de 2018. La mañana siguiente, se realizó la autopsia, en la que se determinó que habían muerto entre 5 y 7 días antes. No presentaban lesiones visibles que hicieran sospechar de una muerte violenta, pero aun así esto no podía descartarse, ya que los cuerpos estaban en estado de putrefacción.
Pasó más de un año, a la espera de resultados de laboratorio, hasta que el forense pudo presentarle a la fiscal Ana Laura Gioria una hipótesis acerca de cómo se dieron las muertes. Esto era fundamental para la investigación, debido a que si bien ya se tenía como sospechoso al pintor Omar Gabriel Albornoz (44), la ley requiere que al momento de atribuir la autoría de un homicidio a alguien se señale cómo se realizó.
Hoy, Albornoz enfrenta un pedido de prisión perpetua por el “doble homicidio calificado criminis causa” del matrimonio, “robo” y “abandono de persona seguido de muerte” en perjuicio del hijo de la pareja, Rodrigo Espino, quien tenía parálisis cerebral y tras el asesinato de sus padres permaneció cuatro días sin ningún tipo de atención en su casa de Barrio Sur.
La fiscal Ana Laura Gioria está al frente de la investigación desde el hallazgo de los cuerpos el 24 de octubre de 2018.
Al frente del juicio están los jueces Sebastián Szeifert, Pablo Ruiz Staiger y Pablo Spekuljak, quienes la próxima semana darán a conocer su veredicto. Mientras que la fiscal Gioria y su compañero Andrés Marchi esperan que condenen al pintor a la pena máxima, el defensor Dionisio Ayala apuesta a la absolución.
Asfixiados
El forense señaló que, tras no encontrar ningún tipo de lesión en los cuerpos, se tomaron muestras que fueron enviadas a analizar a los laboratorios del Cuerpo Médico Forense de la Corte Suprema nacional. Estos resultados demoraron más de un año, ya que llegaron a manos del Dr. Pimpinella en 2020.
Los informes indicaban que Rampazzo presentaba “congestión, edema y hemorragia pulmonar” y “esclerosis coronaria”. Los mismos signos, excepto por la hemorragia pulmonar, estaban presentes en Espino, en quien además observaron “hemorragia en los músculos laterales de los órganos del cuello”. Esto último sólo sucede cuando hay compresión en dicha zona, explicó el profesional.
Teniendo esto en cuenta, y luego de que se hubiera descartado la presencia de sustancias que pudieran haberles causado la muerte en el agua de la casa y los alimentos que tenían a su alcance, el forense concluyó que la causa probable de muerte fue por asfixia.
El hijo
Además de referirse a su labor en el marco de la causa, el médico expuso lo señalado en el informe de autopsia realizado por una colega suya -fallecida- respecto a Rodrigo Espino. El hombre de 35 años con parálisis cerebral fue encontrado con vida en el interior de la vivienda, e ingresó al Hospital Cullen con “deshidratación febril y problemas respiratorios”.
Cuatro días después, la noche del 28 de octubre de 2018, Rodrigo falleció debido a una infección respiratoria. Contrario a lo que había declarado una policía, que dijo que la causa de la muerte había sido la deshidratación, el Dr. Pimpinella explicó que el joven murió debido a esta complicación respiratoria.
Albornoz sostiene su inocencia y espera ser absuelto. Crédito: Flavio Raina.
En concreto, señaló que el hombre había sufrido una bronconeumonía producto de la broncoaspiración de contenido gástrico. Debido a su discapacidad, Rodrigo no contaba con el reflejo de toser, por lo que ante una situación así requería asistencia de un tercero. Cuando sus padres fueron asesinados, él permaneció más de cuatro días solo, en su habitación, momento en el que sucedió la broncoaspiración mencionada.
Cuando arribó al Cullen, su estado estaba muy deteriorado. Debió ser ingresado a la Unidad de Terapia Intensiva y, a pesar de los esfuerzos médicos, a los pocos días falleció. Por esto, el pintor fue acusado por “abandono de persona seguido de muerte”, ya que señalan que él sabía de la discapacidad de Rodrigo y de la atención constante que éste necesitaba.