Juicio al maestro de música: qué dijeron los testigos de la defensa
Los abogados de Darío Céspedes apuestan a la absolución. Una dura crítica a la entrevista en cámara Gesell, un perito médico con otra hipótesis y las declaraciones de docentes y directivas del San Roque fueron sus cartas durante el debate.
Juicio al maestro de música: qué dijeron los testigos de la defensa
El profesor de música del jardín San Roque, Darío Céspedes, está acusado de haber abusado sexualmente de un alumno de 5 años. Durante 27 meses esperó el debate tras las rejas, sosteniendo siempre su inocencia y preparando su estrategia de cara al juicio. Presentó como testigos a sus colegas, un médico policial y una psicóloga; y con estas declaraciones espera conseguir la absolución.
El tribunal conformado por los jueces Gustavo Urdiales, Pablo Ruiz Staiger y la jueza Rosana Carrara está al frente del debate, que actualmente se encuentra en un cuarto intermedio hasta el viernes a primera hora, aguardando la presentación de una prueba nueva.
La defensa está conformada por los abogados Sebastián Oroño e Ignacio Alfonso Garrone. Su cliente se enfrenta al pedido de pena de 16 años de prisión -realizado por los fiscales Alejandra Del Río Ayala y Matías Broggi, el que se eleva a 20 años en el caso de lo solicitado por las querellantes Carolina Walker Torres y Agustina Taboada.
El maestro de música está acusado como autor de dos hechos de "abuso sexual con acceso carnal agravado, en concurso ideal con promoción a la corrupción de menores doblemente agravada". Ocurridos el primero entre marzo y noviembre de 2018, cuando el niño era su alumno en el jardín San Roque, y el segundo entre marzo y julio de 2019, cuando el menor asistía a la escuela primaria de esa institución.
Los colegas
Tanto los docentes del jardín como de la primaria del San Roque coincidieron en que nunca vieron a Céspedes acompañar a algún alumno al baño. Negaron que hubiera retirado niños de clase y haberlo visto en el baño destinado a los alumnos. En cuanto al edificio donde funciona la primaria, jamás lo vieron allí solo con algún estudiante, sólo acompañando a grupos del jardín que atravesaban la institución hasta llegar a la capilla.
También aportaron detalles acerca del funcionamiento de las clases, cómo van los menores al baño y en qué circunstancias los docentes especiales (música, gimnasia, plástica…) del jardín pueden cruzarse a la escuela. Dos profesores de educación física señalaron que durante las clases especiales el grupo está acompañado de su docente y de una auxiliar, y que ellos no tienen permitido llevar a los chicos al baño.
La esposa de Céspedes, docente de inglés en el jardín, recordó que apenas se enteraron de los rumores su marido se puso a disposición de la justicia y sacó una licencia psiquiátrica. Recalcó que él "tiene paz en su corazón" y que la convicción de que es inocente le da las fuerzas para afrontar el proceso.
Las directivas del jardín y la primaria también declararon en el juicio. Como las primeras están ligadas a una causa judicial paralela (por "encubrimiento"), se presentaron a la sala acompañadas por sus defensores, Germán Corazza y Juan Aguilar.
Las directoras y vicedirectoras comentaron cómo se manejan los docentes con sus alumnos y recordaron que la decisión de que los profesores varones no se quedaran a solas con los menores se tomó a raíz de lo ocurrido en el Sara Faisal. En diciembre de 2014 la familia de una joven con retraso madurativo que asistía a la mencionada institución denunció que la adolescente estaba embarazada y apuntó contra los profesores de su escuela. Con el nacimiento del bebé en marzo de 2015, se realizaron cotejos de ADN que terminaron por confirmar que la acusación contra los docentes era falsa, y que se había tratado de un abuso intrafamiliar.
Durante sus declaraciones, las directivas también se refirieron a cómo tomaron conocimiento de las sospechas de abuso sexual infantil en el San Roque, y cómo actuaron. Todas sostuvieron que activaron el protocolo pertinente y dieron intervención al Ministerio de Educación.
La defensa contó con la declaración de dos peritos: un médico legista y una psicóloga. El primero analizó el informe confeccionado por la médica policial que constató los signos de abuso sexual infantil en el cuerpo del menor. No estuvo de acuerdo con la profesional, ya que consideró que las marcas no eran necesariamente compatibles con un abuso, y que podrían ser consecuencia de la constipación. Además, señaló que a su entender un abuso puede ser comprobado al encontrar fisuras o cicatrices, las cuales no aparecieron.
En cuanto a la psicóloga, su labor se centró en realizar un análisis de los dibujos realizados por el menor, los audios aportados a la causa, la observación de las cámaras Gesell -realizadas al nene y a su hermano adolescente-, y la lectura de las declaraciones que constaban en el legajo.
Señaló que para ella la denuncia "no se sostiene", y sugirió que se evidencia una relación "incestuosa" entre el niño y su mamá, ya que el menor no pudo lograr individualizarse, y que no tiene voz propia sino que repite lo dicho por su madre. La profesional criticó duramente la entrevista en cámara Gesell al niño, a quien "se lo interrogó de manera exhaustiva durante 36 minutos". "Nunca se tuvo como válida su respuesta cada vez que él decía 'no sé', -y- al final terminó repitiendo lo que la escuchó decir a la psicóloga" que lo entrevistó.
Concretamente, manifestó "que había ido a contarle 'lo que le pasó', y después dijo palabras sin contexto: 'baño', 'profe Darío', el nombre de su amiga. Pero nunca dijo qué pasó".
El tribunal de juicio ya escuchó a todos los testigos. El viernes se definirá cuándo se realizarán los alegatos de clausura, y en qué fecha se dará a conocer el veredicto.