Revelan la coartada "imperfecta" del acusado por el crimen de Julio Cabal
De la versión de un almuerzo con canelones y siesta, Juan Cruz Gambini pasó a contar que el día del ataque al comercio estaba ayudando a su padre a sacar una yegua de un zanjón.
Revelan la coartada "imperfecta" del acusado por el crimen de Julio Cabal
La proyección de dos fragmentos de video con declaraciones de Juan Cruz Gambini (27), puso fin este miércoles a la etapa probatoria del juicio oral y público por el homicidio del comerciante Julio Oscar Cabal, ocurrido en septiembre de 2019 en un local del centro de la ciudad de Santa Fe. Previamente, los fiscales Ana Laura Gioria y Gonzalo Iglesias, solicitaron al tribunal escuchar los audios del 911, que dieron cuenta de esos instantes cruciales en los que padre y madre de la víctima imploraban ayuda y asistencia médica.
Fue lo último que admitió el tribunal, integrado por los jueces Jorge Patrizi, Susana Luna y José Luis García Troiano, antes de convocar a fiscalía, defensa y querella para los alegatos finales, que serán este viernes 16 de septiembre, a las 8.30 de la mañana.
Las cartas de incidencia del 911 del martes 17 de septiembre de 2019, registraron un puñado de llamadas casi simultáneas, que se produjeron apenas unos minutos después de la una de la tarde, luego de que la empleada de la fiambrería Almacén del Norte, se comunicara con el papá de Julio para avisarle que habían sufrido un robo, que hubo disparos y que su hijo estaba herido.
Búsqueda y captura
Julio Cabal padre, que a esa hora regresaba a su casa, no dudó en dar la vuelta y dirigirse urgente al local de Urquiza 2215, casi en la esquina de calle Salta. Cargó al muchacho de 29 años en la Fiat Fiorino blanca de la empresa y escoltado por un móvil policial, manejó hasta el hospital Cullen, donde le dieron asistencia.
A partir de ese momento y más aún con la noticia del deceso del muchacho -ocurrida esa misma tarde-, se inició una búsqueda contrareloj para dar con el presunto autor del ataque, el cual fue atrapado tres días después, la noche del viernes 20 de septiembre en inmediaciones de las calles Crespo y Lamadrid, detrás del Parque Juan de Garay.
Canelones y siesta
Juan Cruz Gambini fue imputado por el homicidio de Julio Cabal y el 24 de septiembre la justicia ordenó la prisión preventiva solicitada por la fiscal Gioria. Desde entonces, el acusado tuvo tres defensas diferentes. Primero lo asesoró el Servicio Público Provincial de la Defensa Penal (SPPDP), luego fue asistido por un abogado particular, que cambió en el último tramo del proceso en favor del Dr. Luis Carlos Rittiner, que es quien lo acompaña en el juicio.
Una de las primeras fotos que la policía consiguió de Gambini fue extraída del perfil de Facebook "Juan Cruz Coreano", el cual todavía se encuentra activo.
En la etapa intermedia, la defensa de Gambini solicitó la programación de dos audiencias -una a fines de 2019 y otra en el primer semestre de 2020- para que su pupilo pudiera declarar. En la primera, del 28 de noviembre de 2019, Gambini relató que ese mediodía del ataque a la fiambrería, él se encontraba en su casa, donde "comimos unos canelones y después dormí la siesta".
Hizo otras consideraciones. Dijo que en ese entonces pasaba mucho tiempo en la casa de su hermana en el barrio Schneider, y que al mediodía solía ir a buscar a sus sobrinos a la salida de la escuela. También contó que se ganaba la vida vendiendo cigarrillos nacionales y que por ello recorría las calles de la ciudad en una moto Yamaha Crypton blanca y negra sin patente, como la que aparece en las filmaciones merodeando la zona del hecho.
Yegua al zanjón
Como la versión no alcanzó para vencer la evidencia que la fiscalía había presentado en su contra, el profesional que defendía Gambini intentó otra jugada y cambió la coartada. La audiencia se fijó para el 20 de mayo de 2020, en plena etapa de aislamiento social por la pandemia.
En aquella ocasión, Gambini dijo: "El día que se me acusa yo estaba con mi papá porque se le había caído la yegua al zanjón". "Se cayó 12.30", precisó y recordó que en eso estuvieron hasta "más o menos la una de la tarde". Además de su padre, mencionó como testigo a un supuesto empleado de la EPE que "estaba con el camión y levantó la yegua con el hidráulico".
La proyección de ambos videos fue a solicitud de la fiscalía y a los fines de que el tribunal observe la contradicción que surge a simple vista a la hora de evaluar qué dijo el imputado para desembarazarse de la grave acusación.
Piden perpetua
La prueba se suma a la que se produjo durante las tres jornadas de juicio oral, que comenzó este lunes y que tendrá su veredicto la semana próxima, en día y horario a confirmar por Oficina de Gestión Judicial.
En la apertura, tanto los fiscales Gioria e Iglesias; como las abogadas querellantes Vivian Galeano y Lucrecia Fernández, del Centro de Asistencia Judicial (CAJ), adelantaron que pedirán prisión perpetua para Gambini, por el homicidio doblemente calificado y la tentativa de robo agravada contra Julio Cabal. Mientras que el defensor Rittiner sostiene la inocencia de su pupilo y por ende reclama la absolución de culpa y cargo.
La barba
La descripción aportada por el único testigo que vio salir a un hombre del negocio de calle Urquiza 2215 cuando se produjo el robo, lo señala con barba y de pelo enrulado. Sin embargo, el día de la detención, Gambini no sólo estaba rasurado, sino que se había cortado el pelo, presumiblemente en busca de un cambio de fisonomía. La circunstancia fue advertida por la fiscalía, que en una de las audiencias en las que pidió declarar, se le preguntó si alguna vez tuvo barba y le arrimaron una foto para saber si reconocía a la persona retratada. "No, ni idea", dijo y se hundió en el más absoluto silencio.
Amenazas anteriores
Además del homicidio de Julio Cabal, Juan Cruz Gambini enfrenta cargos por amenazas calificadas por el uso de arma de fuego contra una vecina de barrio San Lorenzo, que el 30 de abril de 2018 lo denunció al 911.
En la grabación que fue reproducida este miércoles durante el juicio, se escucha a la vecina pedir por favor presencia policial en el barrio y refiere a Gambini como uno de los sujetos que se encontraba merodeando la casa, en la que había mujeres solas y niños.
"Tenemos miedo porque está redrogado", le dice la víctima a la operadora policial. "Es un tipo grande y está armado. Es Gambini de apellido",lo apuntó la mujer.