El ex gremialista Emanuel David Araya, quien supo estar al frente de la Uocra de Santa Fe, quedó en prisión preventiva en el marco de una causa judicial por violencia de género.
“Tengo miedo, tiene influencia y mucho poder”, señaló la víctima durante la audiencia de prisión preventiva.
El ex gremialista Emanuel David Araya, quien supo estar al frente de la Uocra de Santa Fe, quedó en prisión preventiva en el marco de una causa judicial por violencia de género.
La cautelar fue dispuesta durante una audiencia realizada el viernes, a la que la víctima acudió para manifestar su temor: “Tengo miedo, pasé por mucho, tiene influencia y mucho poder”.
La causa está en manos del fiscal Ignacio Suasnábar, de la Unidad de Violencia de Género, Familiar y Sexual (Gefas), quien atribuyó al ex líder sindical una serie de delitos cometidos contra su pareja, enmarcados en un contexto de violencia de género.
La prisión preventiva fue consentida por Araya y su abogado defensor, Néstor Pereyra, y dispuesta por el juez penal José Luis García Troiano.
Según la atribución delictiva, Araya agredió a su pareja en la casa de Laprida al 3900 donde convivían. El viernes 25 de octubre la amenazó de muerte, asegurándole “te voy a volar la cabeza, no te puedo ni ver” mientras le apuntaba con una escopeta.
La imputación no consistió sólo en ese hecho. Al ex gremialista también le endilgaron haber agredido físicamente a la mujer, al día siguiente de las amenazas, provocándole lesiones en el rostro y las piernas.
Durante la audiencia de medidas cautelares, el fiscal resaltó que las acciones desplegadas por Araya se enmarcaron en un contexto de violencia de género, en el que él desplegaba su poder sobre ella en la relación, durante la cual llegó a agredirla varias veces.
Fue una llamada de la mujer a la Central de Emergencias 911 la que alertó sobre la situación de violencia. El domingo 27 se efectuó la detección del ex sindicalista en su vivienda, donde la policía también secuestró una escopeta de dos caños superpuestos.
Respecto a ésta, la fiscalía afirmó que el arma fue peritada y se encuentra apta para realizar disparos. Al solicitar la prisión preventiva, Suasnábar también destacó que la víctima le contó lo sucedido a uno de sus hijos, y que al momento de los delitos imputados Araya se encontraba bajo medidas alternativas no privativas de la libertad en el marco de otra causa judicial.
El defensor no cuestionó la imputación ni las evidencias presentadas por la fiscalía, y consintió la cautelar de máxima. Tras obtener el consentimiento de Araya, el magistrado le impuso la prisión preventiva sin plazos.
Araya no era un desconocido en los pasillos de tribunales, no sólo por su rol sindical, sino también porque se vio envuelto en una causa judicial de gran trascendencia.
En 2013 quedó en prisión preventiva luego de que lo procesaran por los delitos de “coacciones agravadas y usurpación”. La causa investigó los hechos ocurridos el 30 de agosto de 2013 en la Central Termoeléctrica de Sauce Viejo, más precisamente en el obrador que tenían a su cargo las empresas Isolux Ingeniería SA e Iecsa SA, encargadas de la ampliación de la usina de Enarsa.
Ese día, alrededor de las 7.30 de la mañana, un grupo de 80 trabajadores dependientes de la Uocra-oficial arribó al obrador para reanudar las tareas suspendidas unos días antes por la facción de la denominada Uocra-Araya.
Cuando los obreros se encontraban dentro del predio, aguardando órdenes para comenzar la labor, una turba de más de 100 hombres los atacó con palos, hierros, piedras y armas.
La justicia santafesina investigó a Araya, a su hermano y a otros integrantes de la agrupación. Sin embargo, Araya nunca fue condenado.
Actualmente, Araya se encuentra identificado junto a 31 personas más en una investigación por la instigación de la violenta usurpación de la sede de la Uocra en Paraná, ocurrida el pasado julio.