Un ladrón en los techos desató una noche de furia en Guadalupe Oeste
Tras cometer un asalto en Galicia y Güemes, un individuo escapó trepando por los techos de las viviendas. Luego policías y vecinos lo atraparon. Otro delincuente logró escapar.
Danilo Chiapello Un momento de la búsqueda del delincuente.
11:57
Gritos, corridas y finalmente algo de calma. Todo eso se vivió la noche del martes entre los barrios María Selva y Guadalupe cuando un ladrón, perseguido por vecinos y policías, trepó a los techos de una manzana hasta que finalmente se logró su captura.
La secuencia se inició minutos después de las 21 en la esquina de avenida Galicia y Guemes. Allí un adolescente de 15 años, que se conducía a bordo de una motocicleta, fue interceptado por dos delincuentes que intentaron robarle el vehículo.
Tras una serie de forcejeos los malvivientes se apoderaron del rodado, aunque los gritos de la víctima pidiendo auxilio alertaron a los vecinos de la zona que salieron de sus domicilios y no dudaron en tomar cartas en el asunto.
Al advertir el rumbo que había tomado el hecho los ladrones desistieron de llevarse la moto, la dejaron tirada en la calle y comenzaron la fuga cada uno en distintas direcciones, siendo perseguidos por los vecinos.
Lo que siguió fue una serie de corridas que se desarrollaron por avenida Galicia (a la altura del Centro Gallego) y que tomaron un curso dramático cuando uno de los cacos cruzó hacia la vereda contraria y trepó hasta el techo de una vivienda.
A todo esto ya varios uniformados habían llegado al lugar y comenzaron a rodear on sus patrulleros la manzana delimitada por avenida Galicia, Guemes, Espora y Lavalle, que quedó literamente "cerrada".
"¡Está acá arriba!"
- "¡Está acá arriba... yo lo escuché... recién pasó por mi techo!", gritaban distintos vecinos ante los policías y muchos hombres de civil que protagonizaban una búsqueda frenética.
Cada uno de los vecinos permitió el acceso a sus propiedades y hasta colaboraban alumbrando con linternas y las luces de sus teléfonos celulares. Así fue como los agentes requisaron patios, pasillos, el interior de una cochera, mientras otros particulares trepaban a los techos y recorrían la manzana.
-"¡Acá lo estoy viendo.... está escondido debajo de un tanque de agua!", gritó otra mujer y hacia allí fueron los perseguidores aunque sin lograr resultado positivo.
Los minutos iban pasando, la captura no se concretaba y el estado de alteración de todos iba creciendo. El panorama rozaba con el desastre ya que muchos de los vecinos estaban armados con palos y los policías con sus armas reglamentarias.
Finalmente se produjo lo esperado. El malviviente fue localizado y reducido entre policías y vecinos. Luego se lo introdujo rápidamente en un patrullero, para evitar que sea linchado, y se lo trasladó hasta la seccional 8va. que intervino por jurisdicción.
Y a río revuelto.... el que sacó ganancia fue el otro delincuente que logró darse a la fuga.