El imputado Leopoldo Luque reconoció ante la Justicia que ocho meses antes de la muerte del exfutbolista viajó a Estados Unidos para testificar como médico de cabecera del “10”, y declarar que su paciente no estaba en condiciones de dar testimonio en una causa por la disputa de sus bienes en ese país con su exesposa Claudia Villafañe y sus hijas.
Se trata de un viaje que Luque realizó a principios de marzo de 2020 a Miami junto a Matías Morla, el abogado y apoderado de Maradona, que para los fiscales es relevante porque a partir de lo que allí declaró, se confirma que el neurocirujano actuaba como cabeza del equipo médico.
Esa declaración fue incorporada al expediente de la muerte del ex capitán de la selección por el abogado Federico Guntin, quien representa como particulares damnificadas a las hijas Dalma y Gianinna.
Tenés que leerCausa Diego Maradona: una querella pide la detención de Luque, Cosachov, Díaz y ForliniAllí, Luque dijo: “Estoy a cargo del equipo que maneja toda la situación de salud de Diego Armando Maradona” y, como tal, le recomendó a la justicia estadounidense no citar a declarar a su paciente en ese expediente civil. “Maradona tiene presencia de adicciones a la cocaína, al alcohol. Y este tipo de adicciones requieren un tratamiento constante”, afirmó Luque en aquella causa.
Al ser consultado por este viaje y su declaración, Luque le dijo a los fiscales: “No veía conveniente, estando a cargo del paciente, que se sometiera a un estrés semejante”.
“El tema dañaba su salud mental. Ése era un tema con su ex mujer. Si algo le traía problemas a Maradona, y recaídas, eran los problemas familiares”, respondió ante los fiscales, que consideran esta apreciación contradictoria a cuando Luque afirma que Maradona estaba en pleno uso de sus facultades para negarse a una internación.