Un hombre de 33 años fue detenido ayer durante un allanamiento efectuado en Balcarce (provincia de Buenos Aires) después de que el fiscal Rodolfo Moure y la subDDI de esa ciudad investigaran un caso singular. El delito de “inserción ilegítima de datos en un archivo de datos personales” no parece decir demasiado en esos términos pero llevado a la vida cotidiana es la creación de perfiles falsos, en este caso en la red social Facebook, para causar un perjuicio con las publicaciones, ya sean abiertas o de carácter privado.
Lo que configura por el momento un misterio es el motivo por el cual esta persona de 33 años realizó está maniobra que acabó costándole una causa penal y cierta notoriedad a pesar de que su identidad permanece en reserva. Conocido es que en una comunidad pequeña como es la balcarceña aquello que se mantiene en secreto no tiene demasiadas posibilidades de sostenerse en esa condición. La investigación fue iniciada meses atrás tras la denuncia de una joven que señaló que un amigo había sido contactado por un usuario que simulaba ser ella. Que se trataba de un perfil activo de Facebook y que, dicho usuario, se había tomado el trabajo de construir una “historia” de vida con sus fotografías. Lo extraño es que para obtener esas fotos (estaban en el perfil verdadero de la víctima) solo podía accederse siendo “amigo”. Esto significaba que el causante de esa situación había realizado algún tipo de “hackeo”.
El contenido que dicho usuario enviaba a las personas con las que se relacionaba era de corte pornográfico e incluso uno de los contactados obtuvo el teléfono de la víctima y la llamó para mantener un encuentro. Fue entonces cuando la joven, sumado al relato de su amigo, se presentó a realizar la denuncia y los investigadores libraron un oficio a la empresa Facebook Inc. a los fines de obtener los datos básicos del usuario falso. Sin embargo ese perfil fue cerrado. Al cabo de unas semanas, un nuevo perfil falso se activó, con la misma víctima, y la policía volvió a contactar a Facebook, que entonces sí proporcionó datos de IP que revelaron el lugar en el que se conectaba el usuario. Era un departamento de la calle 20 entre 21 y 23.
De acuerdo a las pruebas reunidas en la causa, la Policía de Investigaciones de la SubDDI Balcarce pudo establecer que el presunto aficionado informático era un hombre de 33 años de edad, oriundo y con domicilio en Balcarce. En la tarde del miércoles el juez Saúl Errandonea autorizó el allanamiento durante el cual se aprehendió al hombre y se secuestró teléfonos celulares, computadoras, notebook, elementos de almacenamiento.
Tenés que leerLas estafas electrónicas, una práctica que toma cada vez más fuerza en Santa Fe La novedad surge en que es el primer allanamiento que se otorga en el marco de este delito el cual se encuentra estipulado en el artículo 157 bis inc.3 del Código Penal el cual reza: “Sera reprimido con la pena de prisión de un mes a dos años el que: 3. Ilegítimamente insertare o hiciere insertar datos en un archivo de datos personales. Cuando el autor sea funcionario público sufrirá, además, pena de inhabilitación especial de uno a cuatro años”.
Se trata de una conducta dolosa, ya que el autor del delito debe saber que al acceder, revelar o insertar datos lo hace ilegítimamente (sin tener derecho a ello) y que, según el caso, está violando sistemas de seguridad y confidencialidad de datos, o está relevando información que debía preservar, o está agregando datos sin tener derecho a hacerlo.