Sábado 10.4.2021
/Última actualización 18:33
Marcela Analía Maydana fue asesinada con dos fuertes golpes en la cabeza, profundos y de aproximadamente dos centímetros de diámetro. Uno de los impactos fue en su oreja derecha, el otro en su mejilla izquierda. El asesino le pegó con un pico de albañilería o una herramienta similar, según indicios obtenidos en la autopsia. La mató en el acto. Luego, el criminal la envolvió con una frazada y también con un nailon grueso. Finalmente, la ató. Luego, llevó el cadáver hasta un oscuro zanjón y allí lo "descartó". Todo ocurrió en la ciudad de Recreo, lindante al norte con la capital provincial.
Inmediatamente luego de que se halló el cuerpo, el miércoles, fue detenido un hombre de 65 años que había sido su pareja. Se llama César Oscar Pérez. Este sujeto -sobre el que ya pesaba una medida de distancia por acosar y hostigar a la víctima luego de la separación- fue imputado este sábado en los tribunales santafesinos. En la misma audiencia, el juez de la Investigación Penal Preparatoria Nicolás Falkemberg le dictó la prisión preventiva.
Al dirigirse al magistrado, el fiscal Martín Torres explicó la gran cantidad de evidencia recolectada que complicaría al extremo la situación de Pérez.
El funcionario del Ministerio Público de la Acusación reveló que -en distintas pruebas realizadas con luminol- los peritos hallaron rastros que serían de sangre en la vivienda del acusado y también en el asiento trasero y en el baúl de su automóvil.
El doctor Torres señaló que los restos genéticos (que serían de la víctima) fueron detectados en el dormitorio de Pérez, en el piso y en la mesita de luz. También puntualizó que se observó un goteo que llegaba hasta otra habitación de la parte trasera del inmueble y que había en la escena cabellos similares a los de la víctima. Todos estos elementos fueron enviados a laboratorio para ser peritados.
Llamó la atención de los investigadores que en el momento del allanamiento el dueño de casa había desarmado la cama matrimonial y la había trasladado justamente hasta esta última pieza. Finalmente, había cortado una parte del colchón.
El fiscal sospecha que Marcela fue asesinada sobre esa cama entre la noche del sábado y la mañana del domingo de la semana pasada, que luego el imputado la envolvió, la cargó en su vehículo y por último arrojó el cuerpo en el descampado de la zona noroeste de Recreo.
El LitoralPérez fue acusado formalmente de homicidio doblemente calificado, por el vínculo y por ser cometido por un hombre contra una mujer, mediando violencia de género (femicidio). Además, se le imputó la tenencia indebida de un revólver con la numeración suprimida, que fue hallado por la policía cuando allanó su vivienda, en calle Mitre al 1500 de Recreo.
La defensa del imputado solicitó que su cliente sea evaluado por la Junta de Salud Mental de la provincia para determinar su imputabilidad, una medida que seguramente se realizará.
No obstante, el fiscal Torres aclaró al respecto que en los exámenes previos realizados por peritos se pudo apreciar que Pérez se encontraba ubicado en tiempo y espacio, que no estaba fuera de sí y que comprendía perfectamente la criminalidad del acto.
Por otra parte, el funcionario no descartó la participación de un tercero en el hecho, pero afirmó que -hasta el momento- no existe ningún elemento que pueda fundamentar esta hipótesis.
El Litoral"Tenía la perimetral. Hicimos las denuncias en todos lados pero no sirvió de nada. La mató como a un perro y la tiró enseguida. La mató esa misma noche", gritó Natalia, hermana de Marcela, ante las personas que se congregaron este sábado frente al edificio de Tribunales para exigir justicia.
"Continuamente la psicopateaba. La cansó, la tenía cansada y no paraba de molestarla. Yo le pedía que lo denuncie y ella me respondía: 'Estoy cansada. Son todos papeles y papeles… y no hacen nada'. Él no paraba", disparó la mujer.
Natalia se mostró confiada en la justicia. "El fiscal de homicidios me ha dado muestras de que se está moviendo. Anoche tuve una audiencia con él. Hay muchas pruebas que condenan al acusado, que es un cínico. Nos negaba en la cara cuando buscábamos a mi hermana y fuimos hasta su casa… y ya la había matado", aseguró.