Julliano Salierno
jsalierno@ellitoral.com
Tres personas, entre ellas el dueño del local, la encargada y el titular de la panadería Colella e Hijos fueron imputados hoy por el delito de “estrago culposo agravado”.
Julliano Salierno
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Familiares y amigos de Antonella Olmedo participaron este miércoles de una marcha pacífica frente al edificio del Ministerio Público de la Acusación -1° de Mayo 2820-, mientras adentro, el fiscal Andrés Marchi llevaba a cabo las audiencias imputativas para tres de los presuntos responsables.
“Voy a seguir reclamando justicia por Antonella hasta que estén presos”, dijo esta mañana Marcela Olmedo, la mamá de la joven de 20 años fallecida tras una explosión en una panadería del barrio Sur. “Yo no puedo permitir que queden libres porque mi hija dejó su vida en el trabajo; hubo una cadena de irresponsabilidades, lo que le costó la vida a Antonella”, resaltó. Las audiencias imputativas habían sido solicitadas en junio último por el abogado querellante, Leandro Corti, quien en ese entonces consideraba “reunidos los elementos de cargo en la investigación penal preparatoria” sobre “la responsabilidad penal de los indicados como imputados”.
Prisión efectiva
A raíz de dicha presentación, el órgano acusador fijó fecha de audiencia imputativa para el 24 y 25 de agosto, bajo el encuadre legal de “estrago culposo calificado por el resultado de muerte” (art. 189, 1º y 2º párrafo del Cód. Penal), por la explosión ocurrida el 13 de septiembre de 2015 en la panadería ubicada en la avenida J.J. Paso y 4 de Enero y que le costó la vida a la joven empleada de la firma.
Esta mañana fue el turno para la encargada o administradora de la razón social Industria Panaderil Colella e Hijos; para su titular; y para el dueño del local comercial que alquilaba a la empresa; mientras que mañana será el turno para un comerciante del local lindero.
Una vez finalizadas las audiencias, la familia Olmedo, a través de su representate legal “ va a formular el requerimiento acusatorio”, momento en que “vamos a pedir penas de cumplimiento efectivo”, destacó el Dr. Corti.
“Si bien la calificación legal es estrago culposo agravado por el resultado muerte, entendemos que las violaciones a los deberes elementales de seguridad fueron tan temerarias y severas por lo cual concluimos que hubo culpas gravísimas”, destacó el profesional, que estimó que dichas faltas “se van a traducir en la magnitud de pena a la hora de formular la acusación” y que “en algunos casos vamos a solicitar penas de cumplimiento efectivo, superiores a los 3 años, porque la tasación penal del delito lo permite”.
Indiferencia y abandono
La mamá de Antonella por su parte fue muy clara en cuanto que “a mi no me importaba la ART, a mi no me importaba nada, no me importa nada”, repitió. “Yo no busco resarcimiento económico, no quiero, no me va a servir, yo lo que quería era la vida de mi hija y hoy no la tengo más. Es muy difícil levantarse cada día y encontrarse con la realidad de no tener a Antonella, no hay plata en el mundo que me quite el dolor de no tener a mi hija”.
A la inesperada muerte de su hija, Marcela suma la indiferencia de quienes fueron sus empleadores, de quienes no recibió siquiera un llamado telefónico, ni cuando estuvo internada más de un mes, ni las condolencias tras el fallecimiento. “Tuve apoyo de mucha gente que fue hasta el hospital, pero no lo tuve de sus empleadores. En ese momento yo sólo quería que mi hija saliera de esa cama y poder llevarla a mi casa, pero después de ese 15 de octubre que Antonella partió, me di cuenta de que nunca se habían preocupado, que jamás levantaron un teléfono para saber cómo estaba, hicieron abandono de persona”, resumió la mamá.