"Fendrich fue un delincuente, pero los directores del Banco Nación fueron peor que eso"
Lo dice Juan José Sagardía, ex tesorero de la entidad y perjudicado directo por el "Robo del Siglo". El banco lo dejo cesante (junto a otros 4 compañeros) y tras cartón les inició juicio para que devuelvan el dinero. "Lo que hicieron con nosotros no tiene perdón", sentenció.
A la izquierda Juan José Sagardía actualmente, a la derecha Mario Fendrich al momento de entregarse a la justicia en 1995. Crédito: El Litoral
Mario César Fendrich, el ex tesorero del Banco Nación de Santa Fe, que pasó de empleado anónimo a ser una polémica celebridad tras el "Robo del Siglo", aprovechó un infortunio del ex campeón mundial de boxeo, Carlos Monzón, muerto en un accidente de tránsito ocurrido el día anterior en la ruta 1, para poner fin a sus 109 días en condición de prófugo.
"Marito", como le decían sus íntimos, pensó que toda la prensa nacional iba a estar abocada a cubrir la muerte del notable púgil. No se equivocó, en parte. Porque todos los medios y sus cronistas también le dedicaron amplia cobertura a su repentina aparición.
El apellido Fendrich dejó de ser desconocido a partir de la mañana del 23 de setiembre de 1994. En aquella jornada este hombre de hábitos rutinarios saludó a su mujer y le dijo que después de trabajar se iba ir a pescar. Pero nada de eso ocurrió. Mario no fue a pescar sino que partió a bordo de su Fiat Duna Weekend con rumbo desconocido. Con él se esfumó también una suma sideral del tesoro.
Hombre prolijo a la hora de llevar los números –su rutina de décadas– antes de partir le dejó dentro del tesoro una notita a su jefe, Juan José Sagardía: "Gallego, me llevé tres millones de pesos del tesoro y 187 mil dólares de la caja", decía.
Así lo mostró Diario El Litoral en su edición del 9 de enero de 1995. Crédito: Archivo El Litoral
Una bomba en el cuerpo
Yo en ese entonces tenía 50 años. Había entrado a trabajar al banco a los 17 años. Cuando me entero de lo que hizo Mario fue como una bomba que estalló dentro mío. En un banco, y más dentro del tesoro, todo se maneja en base a la confianza. Lo que hizo este hombre (por Fendrich) fue destrozar la confianza. Y lo vino después fue directamente un terremoto. Nos dejan cesantes y encima el banco nos hace juicio", recordó hoy Sagardía en diálogo con El Litoral.
"Esa tarde salí a caminar con mi esposa y le dije: con nuestros ahorros tenemos para vivir 6 meses. Yo soy un hombre creyente y ahí fue cuando aparecieron los caminos del Señor. Ya tenía la mutual, siempre le di importancia al tema de la salud, y bueno después vino todo esto (en alusión a la obra social que dirige).
De delincuentes y caraduras
-¿Volvió a hablar alguna otra vez con Fendrich?, preguntó El Litoral
-Una sola vez lo encontré en la terapia intensiva de un sanatorio donde el estaba esperando para ver a su mamá. "Hola Mario... hola Gallego", nos dijimos y eso fue todo.
"Yo no le guardo rencor para nada. La justicia ya lo juzgó, la sociedad también y su familia que finalmente lo perdonó. Creo que los directores del banco se comportaron peor que el. No valoraron nuestra idoneidad. No nos dieron derecho a defendernos. Fuimos acusados y ejecutados. Entonces pregunto: ¿Quién fue más delincuente... Mario o los directores? Esto lo reflexiono ahora.
Juan José Sagardía. Crédito: El Litoral
A nosotros no se nos respetó ningún derecho. Al contrario, el banco nos inició juicio a dos gerentes y a mí para cobrarse los tres millones doscientos mil pesos. ¡Más caradura no se puede ser !, sentenció enojado.
¿Quién de los dos es más hijo de puta? ... el directorio del banco. Ahora te lo digo así con todas las letras. No porque Mario sea bueno. El fue un delincuente, eso está claro. Pero el directorio uno creía que era otra gente, que eran personas pensantes. Había un gremialista que me dijo quedas cesante. Cuando le pregunto el motivo me dice 'porque vos sos parte de "la cosa". ¿Qué cosa?, le pregunté. No tuvo la idoneidad, como sindicalista, de defender a los asalariados. Lo único que les importa es su concepción de poder.
Gracias a la reflexión de hoy me doy cuenta que los hijos de puta fueron los del directorio del banco. Este tipo que vino a decirme que soy parte de 'la cosa'. Qué barbaridad decirme algo así. Yo tenía una carrera intachable de 33 años en el banco. Ahora me doy cuenta que me estaba hablando con términos cuasi mafiosos.
El botín... el misterio
El 12 de noviembre de 1996, el Tribunal Oral Federal de Santa Fe condenó a Fendrich a ocho años, dos meses y 15 días de prisión por el delito de peculado.
El 29 de octubre de 1999, y después de 4 años, 9 meses y 21 días de haber permanecido en la cárcel de Las Flores, Fendrich recuperó la libertad.
Una vez en las calles santafesinas, Fendrich tuvo varias ocupaciones. Primero montó una pequeña fábrica de placas de yeso para cielorrasos y de fibra de vidrio para lanchas, después tuvo un bazar y finalmente una casa de loterías y quiniela.
En sus ratos libres iba a pescar, pero de verdad.
Mario César Fendrich murió a los 77 años, mientras estaba de vacaciones con unos amigos en La Habana, Cuba, en diciembre de 2018, luego de sufrir un accidente cerebro-vascular.
En cuanto al destino que tuvo el dinero sacado de la bóveda del Banco Nación, es un dato que Mario se llevó a la tumba. Al respecto se echaron a rodar las versiones más desopilantes. Que toda la plata la había "quemado" en un casino de Paraguay; que había adquirido campos en distintos puntos del país a nombre de testaferros; que la había gastado en 'gente' a la que le pagaba para que escondieran los billetes.
Nada de eso fue probado. Los millones nunca aparecieron