Danilo Chiapello
dchiapello@ellitoral.com
La víctima tenía 23 años. Fue baleado por dos sujetos que luego escaparon a bordo de una motocicleta.
Danilo Chiapello
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Este martes por la noche, poco antes de las 21, Roberto Dante Zamora (23) caminaba junto a dos amigos por la zona de Pavón y Peñaloza, en barrio Pompeya.
El grupo terminaba de hacer unas compras en un comercio cercano y tenía la intención de llegar hasta la casa de uno de ellos. Pero el plan nunca llegó a concretarse.
Los muchachos iban por la calle cuando de repente se vieron sorprendidos por dos sujetos, que aparecieron a bordo de una motocicleta.
No hubo discusión ni incidentes. Sin detener la marcha, y ya con un arma de fuego en la mano, uno de los motociclistas abrió fuego contra los jóvenes. Cometida la agresión, sus autores escaparon del lugar a toda velocidad.
El joven Zamora fue quien cayó al suelo tomándose el pecho con sus manos. Mientras, sus amigos comenzaban a pedir auxilio a los gritos.
Un vecino que observó la secuencia fue al encuentro de los muchachos y ofreció su ayuda. Al advertir la gravedad de la situación, puso en marcha su vehículo particular y cargó con el infortunado, quien para esta altura ya estaba en condición crítica.
En carrera contra la muerte decidieron acudir hasta el hospital Sayago, donde ingresó minutos después de las 21.
Los médicos que lo asistieron dejaron sentado que Zamora presentaba un impacto de arma de fuego en la zona intercostal, del lado izquierdo, donde se observó que tenía un orificio de entrada, sin salida. Tras las maniobras de rigor finalmente se produjo su deceso a las 22.
A todo esto el personal policial que llegó al efector dio cuenta de lo ocurrido y corrió la novedad a los agentes de la Policía de Investigaciones.
En sus primeros tramos los pesquisas tomaron contacto con los otros dos jóvenes que venían con Zamora. Pero de esas entrevistas no habría surgido -hasta el momento- nada interesante, por cuanto todos afirmaron desconocer a los agresores.
No obstante otra línea de investigación trabaja bajo la firme sospecha de que la víctima habría sido ultimada por error. “Los tiros no eran para él”, dijo una fuente consultada al respecto.
Este hecho fue comunicado a la fiscal de homicidios, Dra Cristina Ferraro, quien ordenó la realización de una autopsia entre otras medidas.