Juliano Salierno
El juez de Instrucción Octava, Jorge Patrizi, procesó a seis de los siete detenidos por el asesinato de la pequeña Serena Martínez, ocurrido en noviembre pasado en el Club de Regatas. Basado en una pormenorizada descripción de los enfrentamientos de Alto Verde, el magistrado atribuyó distintas responsabilidades para los implicados, que seguirán detenidos. Sólo uno recuperó la libertad por falta de mérito.
La peor parte del procesamiento alcanza a Lucas Maximiliano “Cepillín” Fernández (18) y Carlos Roberto Vega (21), considerados coautores del delito de “homicidio calificado por el uso de arma de fuego”, por el crimen de la niña.
Sin embargo, previo a este episodio determinante, se produjo una serie de hechos armados que se le imputa al resto de los actores y que fue el detonante de la tragedia.
Dos enfrentamientos
Para la Justicia, fue entre las 18 y las 18.30 del viernes 29 de noviembre cuando se concretaron los dos enfrentamientos que terminaron con un obrero herido y una nena muerta.
Todo comenzó cuando Luis Antonio Cabrera (29), alias “Pizzi”, y Cepillín Fernández regresaban en moto de trabajar en el Cemafe y al cruzar por el puente Héroes de Malvinas, en el acceso a Alto Verde, fueron emboscados por Antonio “Gula” Segovia (23), Néstor Cano (21), Jonatan Miranda (24) y un joven de apellido Ponce que está a disposición del Juzgado de Menores.
Los tres últimos -Segovia, Cano y Miranda- fueron procesados como coautores de “homicidio calificado por la alevosía, concurso premeditado de dos o más personas, por el uso de arma de fuego y por la participación de menor de edad en grado de tentativa”.
En esa oportunidad, los tres intentaron matar a Pizzi y Cepillín, descargando contra ellos una andanada de disparos de pistola 9 mm. Sin embargo, estos dos lograron escapar de las balas y fueron en busca de apoyo.
Mientras tanto, el juez Patrizi estableció que fue “Gula” Segovia quien hirió a un trabajador del corralón Méjico en el abdomen, mientras realizaba unos arreglos en el boliche Camboriú, que está en el predio del club Excursionistas. Por eso, también le endilgó el grado de autor en la tentativa de “homicidio calificado por el uso de arma de fuego”.
La contraofensiva
Las balas cruzaban en distintas direcciones en la entrada a Alto Verde, cuando los emboscados Cabrera y Fernández buscaron refuerzos y sumaron a Vega y un adolescente de apodo Chuqui, que de a caballo y en moto, emprendieron la contraofensiva.
A su vez, Segovia y Cano, que se habían separado de Maidana y el muchacho, buscaron refugio barranca abajo, en un sector denominado Bajada de los Guacharros.
Entonces, “los que estaban a caballo comienzan a disparar desde el medio de la calle Demetrio Gómez a los que corrían por la Bajada de los Guacharros hacia el río; les tiraban desde arriba de los caballos”, coincidieron varios testigos.
Un informe balístico confirmó que el proyectil hallado en el Club de Regatas fue el que atravesó la cabeza de la niña y cuyo origen sería la otra costa ya que “el alcance de un cartucho de 9 mm es de 1.650 metros”, indicaron los peritos.
Por ende, por la posición en la que se encontraban Vega y Fernández, el juez entendió que fueron ellos quienes pudieron ocasionar con sus armas la muerte de la joven Serena. Asimismo, por el ataque a sus agresores, Patrizi también procesó a Fernández, Vega y Cabrera por “tentativa de homicidio calificado”.