"¡¿No se dan cuenta que este tipo es un violento?!... ¿Qué más tengo que hacer?... Tiene armas de fuego; tiene preparada una bomba Molotov y sin embargo nadie le hace nada. La impunidad es total", dice con indignación la señora R.
Pese a las denuncias en su contra el hombre fue puesto en libertad. "No entiendo la decisión del juez... estoy viviendo un calvario", dice la víctima.
"¡¿No se dan cuenta que este tipo es un violento?!... ¿Qué más tengo que hacer?... Tiene armas de fuego; tiene preparada una bomba Molotov y sin embargo nadie le hace nada. La impunidad es total", dice con indignación la señora R.
"Este tipo 'me castigó' por haberlo dejado. A partir de entonces comenzó mi calvario. Me acosa, me difama, me agrede. Pero el no tiene ningún derecho ni ningún poder sobre mí", dice la mujer en diálogo con El Litoral.
Todo el malestar y la bronca de R. se hizo aún mayor en las últimas horas cuando el señor T. (el otro protagonista de esta historia) fue puesto en libertad, por decisión del juez Luis Octavio Silva, en una audiencia realizada en el subsuelo de los tribunales santafesinos.
Si bien la fiscal Jorgelina Moser Ferro había solicitado la prisión preventiva del imputado, el magistrado estuvo de acuerdo con las medidas propuestas por el abogado defensor Alejandro Otte para mitigar los riesgos procesales. Tales como la restricción de contacto y acercamiento con la mujer, y la prohibición tener armas.
Por su parte el juez Silva no consideró que se hayan configurados los delitos de Portación (el arma estaba en un recinto privado); Daño (no se encontró el plomo) y Resistencia a la Autoridad (es natural que una persona intente escapar...).
A su vez, en otra decisión polémica, el magistrado desestimó encuadrar este caso en un contexto de violencia de género.
Del amor al odio...
Fue el 1° de mayo de 2020 cuando la señora R. entró en relación con el señor T. "Ese día hubo un evento social donde concurrí y ahí nos conocimos", dijo a El Litoral. Claro que jamás imaginó que estaba en la antesala de una pesadilla.
"Estuvimos de novios un mes y medio hasta que, por motivos que prefiero no detallar ahora, decidí terminar. A partir de entonces comenzó mi tormento. Primero fueron mensajes amenazantes a mi teléfono. Entonces decidí bloquearlo, pero no sirvió para nada porque siguió. La llamaba a mi hermana y le decía que quería arreglar las cosas", agregó.
"La primer semana de Julio me rompió un vidrio del auto. A la semana siguiente me destrozó otro vidrio. La tercera semana rompió de un disparo las dos ventanillas de la camioneta de mi hermana".
"Después empezó a acosarme por Instagram. Me decía que sabía donde trabajo, a qué hora salgo, que ando en bicicleta. Que iba a 'pagar' por lo que le había hecho. Que iba a tener un 'accidente'. Las amenazas fueron incluso también hacia mi hermana".
"Es hasta el día de hoy que arma perfiles falsos, con fotos mías que tiene, y se hace pasar por mí. Me difama, habla y acosa a mis contactos y a mis familiares. Me hace quedar como una p..."
Amenazas constantes
Más adelante la mujer explicó que "debido a toda esta situación tuve que mudarme. Así y todo rompió cuatro vidrios de mi auto. Nunca dejó de acosarme y las amenazas fueron constantes. Es un infierno lo que vivo desde entonces. Tengo miedo a andar por la calle, a caminar, a andar en bicicleta, en fin...
"Encima este tipo tiene un lavadero y usa los vehículos de sus clientes para venir hasta mi casa. Una vez se apareció en una Ford Ranger, gris oscura. Yo le tomé la patente. Después vino con una Duster, azul oscuro. Una vez me corrió y yo busqué refugio en el estacionamiento del Jaguar. Allí me tiró un piedrazo contra mi auto. Siempre está merodeando por mi casa".
"No atienden mis denuncias"
El infortunio de R. prosiguió en distintos ámbitos donde denunció lo que estaba viviendo. Sin embargo la respuesta no fue la esperada.
"Muchas de estas agresiones fueron denunciadas. Fui a la comisaría 6ta.; también a la 4ta.; Fui a la Comisaría de la Mujer; al Centro Territorial de Denuncias. En ninguno de estos lugares me dieron bolilla. No me daban la medida de distancia porque decían que no se podía por una relación de un mes y medio. Como no tenía golpes tampoco me daban violencia de género. Es macabro todo lo que pasé", prosiguió.
"Ya desesperada me metí en la página del MPA y fue en el único lugar donde me escucharon. Me tomaron la denuncia y logré una medida de distancia. No obstante sirvió de poco porque este tipo jamás la respetó. Se cansó de burlar la medida de restricción", apuntó.
"Me dejaron sola"
Por último R. dijo sentirse sumamente angustiada por lo que pasó esta semana en Tribunales. "Tengo mucho miedo porque este tipo volvió a estar en la calle. No tengo dudas que va a seguir en su actitud de acoso y amenazas hacia mi persona".
"Tenía esperanzas que este tipo quede preso, sin embargo ocurrió todo lo contrario. El juez no consideró nada de lo que llevó la fiscal. Tiró abajo la imputación de violencia de género, también la de portación, daño y la de resistencia. Se quedó con lo mínimo. Tampoco pidió pericias toxicológicas. Yo acudí a la justicia, pero me dejaron sola", sentenció.