Julio César Constantini (26), el empleado de la empresa de recolección de residuos, también aportó detalles sobre aquella terrible mañana en barrio Liceo Norte.
“Yo iba haciendo el recorrido como todos los días hasta que llegué a la esquina donde había un canasto con una bolsa del tipo de las que dan en los supermercados. Todo normal para mí. La agarro y cuando la quiero levantar siento la explosión. En principio quedé aturdido y mareado. Muy asustado, quise salir corriendo para el lado de la calle pero me trastabillé.
“Quedé sentado entonces y vinieron los vecinos a auxiliarme. Bien no me acuerdo todo.
“Después llegaron los de la empresa y al rato una ambulancia que me llevó hasta el Cullen. Me dijeron que tengo algo dañados los oídos. Todavía no pude recuperar bien la audición, no escucho bien.
“La verdad que fue algo inesperado. Yo iba normal como todos los días y de golpe una situación así.
“Me alcanzó a quemar un poco los brazos y el guante”.
Sobre los efectos que dejó en su persona semejante hecho, explicó que “ahora me quedó una sensación rara por las bolsas. Tengo algo de miedo..., no por mi trabajo, sino por la zona. Me quedó algo con el barrio ese”, señaló.