Fue otra noche de furia en la seccional 12da. de Santo Tomé.
Todo comenzó cuando una persona intentó ingresar un "bagayo", fuera del horario de visita. Ante la negativa de los agentes, los detenidos iniciaron una feroz revuelta.
Fue otra noche de furia en la seccional 12da. de Santo Tomé.
Todo comenzó cerca de las 22 cuando algunos detenidos comenzaron a reclamar por un paquete con mercaderías que un familiar había traído hasta la guardia de la comisaría para el alojado Matías A.
Dicho paquete no fue ingresado dado que estaba fuera del horario permitido, recomendación ésta que se le dio al familiar del alojado que se hizo presente en la comisaria y se retiró con la mercadería.
Al enterarse los presos de esta situación el "clima" comenzó a caldearse. Los internos hicieron saber que si el "bagayo" no entraba al penal, se iba a "pudrir" todo
Tras unos minutos los reos prendieron fuego a unos colchones en la puerta del penal dando inicio a un motín, motivo por el cual se convocó con urgencia a los Bomberos que trabajaron hasta cerca de la medianoche para controlar las llamas.
A partir de entonces se inició una negociación con los más revoltosos, atento a que había gran parte de la población de alojados (36 individuos en total) que no tomaban parte de los incidentes.
Pero las conversaciones no llegaron a buen puerto por lo que se decidió que intervenga el grupo antimotín del Cuerpo Guardia de Infantería y del Grupo de Operaciones Especiales de la policía.
Lo que siguió fue un duro enfrentamiento entre los policías y los presos más agresivos que habían improvisado barricadas y estaban armados con palos, que utilizaban a manera de lanzas, como así también tenían objetos contundentes.
En esa pelea dos efectivos policiales resultaron lesionados y debieron ser retirados en ambulancia. En tanto el grupo antimotín arrojó gases químicos y efectuó algunos disparos con sus escopetas con munición AT (anti tumulto), logrando tomar el control del lugar.
Se procedió al recuento de 36 presos que fueron alojados en un pabellón, en tanto se separó a otros tres (Molinari; Benítez y Medina) quienes seguían mostrándose agresivos e incitaban al resto de sus compañeros a continuar con las hostilidades.
Ya entrada la madrugada el llamado Molinari comenzó a dar muestras de no sentirse bien, como así que presentaba golpes en su rostro, por lo que se decidió su traslado hasta el hospital Cullen.
Tras ser atendido en el nosocomio se lo reingresó al módulo de detenidos. En tanto los otros dos (Benítez y Medina) se los trasladó para que se les inicie causa por los delitos de Incendio y Daño y su posterior alojamiento en otro sitio asignado.