Desde hace un largo tiempo barrio Siete Jefes no tiene paz.
La víctima tiene 77 años. Permanece internada en condición delicada a la espera de una cirugía. Indignación en el vecindario.
Desde hace un largo tiempo barrio Siete Jefes no tiene paz.
Asaltos callejeros y robos en casas de familia se suceden a toda hora. Encima de eso, los vecinos ahora deben esconderse cuando bandas de tenebrosos solucionan sus conflictos a tiro limpio en espacios públicos. De terror.
El último de los hechos ocurrió la tarde del sábado en la cuadra de Pedro Colodrero al 900 (entre Luciano Torrent y Pedro Ferré), en el corazón de la citada barriada y en una zona próxima a las vías del ferrocarril.
Eran cerca de las 16 cuando Ana, de 77 años, salió de su domicilio y se disponía a subir a su automóvil que estaba estacionado en la calle. La mujer iba a ser trasladada por un hijo suyo que ya estaba sentado en el vehículo.
Pero antes que la mujer abra la puerta del rodado, irrumpieron en la escena dos sujetos que aparecieron de repente a bordo de una moto. Con suma velocidad uno de los motociclistas se bajó y arremetió con furia.
A raíz de la embestida la mujer, que camina con ayuda de un bastón, cayó pesadamente al suelo donde fue arrastrada varios metros. La situación fue aprovechada por el delincuente que se hizo de la cartera de la víctima para finalmente escapar con su compinche a toda velocidad.
El hijo de la agredida intentó salir en persecución de los asaltantes, aunque luego desistió para atender a su madre.
Cuando la policía llegó al lugar la mujer se encontraba sentada en la cinta asfáltica, siendo contenida por su hijo y algunos vecinos que se acercaron para ayudar.
Poco después personal de emergencias trasladó a la víctima en ambulancia hasta el hospital Cullen donde recibió una primera asistencia. Luego la mujer fue derivada a un sanatorio privado donde se constató que presenta una severa lesión a nivel de la cadera.
Por estas horas la mujer permanece internada mientras los médicos evalúan los pasos a seguir para su caso, según precisó un familiar de la víctima en diálogo con El Litoral.
"Lo que pasó es muy grave y significa un hecho más que refleja el estado crítico que atraviesa esta barriada en materia de inseguridad", dijo Gabriel Crespo, presidente de la vecinal Siete Jefes, ante la consulta de El Litoral.
"Vemos con mucha preocupación que lejos de apaciguarse, los hechos delictivos siguen ocurriendo. Tenemos robos prácticamente todos los días, asaltos y arrebatos en la calle y también tiroteos que se dan, casi siempre, en la zona próxima a las vías del ferrocarril", agregó.
Abrumados por la situación los vecinos confeccionaron un 'mapa del delito'. "Allí se puede ver claramente que en la zona de la costanera, prácticamente no hay robos. Pero a medida que avanzas hacia las calles interiores, cerca de las vías o más hacia el norte, la problemática se agudiza", precisó Crespo.
"Hace dos meses presentamos una nota en el MPA, se abrió un expediente, pero nadie nos llamó. Ahora junto con la Red de Vecinales por la Inseguridad vamos a presentar otra nota solicitando una mediación. Ya no sabemos qué más hacer para que nos escuchen", reclamó.
En otra parte el dirigente reflexionó sobre el papel que juegan los patrulleros en la zona.
"Vemos con preocupación que la policía no hace prevención acá. Son reactivos; aparecen después que los hechos ocurren y eso no sirve. No se anticipan".
"Hasta hace poco había un patrullero en la zona de La Carbonilla, que es donde se dieron varios tiroteos. Sabemos que están ahí para que no haya nuevos enfrentamientos. Pero lo que también queremos es verlos recorrer las calles del barrio. Tenemos una horrible sospecha que en cualquier momento puede haber un muerto. Entonces será demasiado tarde", sentenció.