La trágica muerte de Mía, una niña de 12 años que cayó desde el sexto piso del hotel UNL-ATE en Santa Fe, sigue siendo un caso abierto que genera interrogantes.
La intención es esclarecer los momentos previos al accidente y determinar responsabilidades, tanto del personal docente de la Escuela Normal San Martín como de los encargados de seguridad del hotel.
La trágica muerte de Mía, una niña de 12 años que cayó desde el sexto piso del hotel UNL-ATE en Santa Fe, sigue siendo un caso abierto que genera interrogantes.
Este miércoles, Enrique Muller, abogado de la familia, adelantó a El Litoral que pedirá nuevas medidas investigativas al fiscal del caso, doctor Matías Broggi.
La intención es esclarecer los momentos previos al accidente y determinar responsabilidades, tanto del personal docente de la Escuela Normal San Martín como de los encargados de seguridad del hotel.
El hecho ocurrió a mediados de noviembre, durante un viaje escolar. Mía participaba junto a sus compañeros de un campamento educativo cuando, en circunstancias aún confusas, cayó al vacío desde una ventana.
Si bien la investigación inicial recolectó evidencias y testimonios, el abogado Muller considera que persisten puntos oscuros.
"Entiendo que faltan datos clave en el proceso investigativo. Hay testimonios tomados en el sumario administrativo que no tienen el rigor de una declaración formal bajo juramento", explicó Muller.
Según el profesional, esto afecta la validez de las versiones recabadas hasta ahora. Además, destacó que en el expediente existen relatos que no coinciden y detalles que generan dudas.
"Vamos a pedir ampliaciones de testimoniales porque queremos esclarecer cuál fue el rol de las personas encargadas del cuidado de Mía. Hay dudas sobre quienes debieron estar cerca de ella y sobre las medidas de seguridad en el lugar. Es evidente que ha habido una serie de descuidos", agregó.
Si bien la investigación inicial recolectó evidencias y testimonios, el abogado Muller considera que persisten puntos oscuros.
El abogado confirmó que, tras haberse constituido como querellante en representación de la familia, presentará formalmente su solicitud el jueves o viernes.
Entre las medidas que planea pedir se incluyen entrevistas adicionales a docentes, auxiliares y personal del hotel, además de la revisión de registros de cámaras de seguridad y protocolos aplicados durante la estadía del grupo escolar.
La comunidad educativa y la sociedad en general siguen con atención el desarrollo de este caso, que puso en debate la responsabilidad en los viajes escolares y la seguridad en alojamientos destinados a este tipo de actividades.
Mientras tanto, los familiares de Mía insisten en que las respuestas que buscan son fundamentales para obtener justicia por su hija.
El caso, que impactó profundamente a Santa Fe y al ámbito educativo, continúa siendo una herida abierta que reclama respuestas claras y decisiones contundentes de las autoridades judiciales.
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