Seis niñas y una docente de un colegio católico de San Luis murieron hoy, mientras otras 41 personas sufrieron heridas, dos de ellas de gravedad, cuando el ómnibus en el que viajaban a un retiro espiritual fue embestido por un tren de carga en un cruce vial en la ciudad de Zanjitas.
El accidente fue considerado como la "peor tragedia de la historia de San Luis" por el gobernador Alberto Rodríguez Saá, quien tras el choque suspendió toda su actividad oficial y se instaló en el Complejo Sanitario de esta capital para coordinar el operativo de asistencia a víctimas y familiares.
El gobierno nacional envió a la zona al ministro de Salud, Juan Manzur, y al secretario de Transporte, Juan Pablo Schiavi, quienes dejaron de lado diferencias políticas para compartir una conferencia de prensa con el gobernador y resaltaron la rápida y "correcta respuesta" que dio la provincia tras la emergencia.
El tren que llevaba carbón desde Mendoza a Buenos Aires chocó a las 12 al ómnibus que al parecer había quedado por algún desperfecto sobre la ruta provincial 3 y el cruce vial, en la localidad de Zanjitas, a unos 60 kilómetros de esta capital.
La formación pertenece a la empresa América Latina Logística (ALL) que se puso hoy a disposición de las familias de las víctimas y acusó al colectivo por el accidente al señalar que "la colisión se produjo cuando el micro invadió la vía".
El tren, según la empresa, "circulaba a 15 kilómetros por hora con la luz cabecera encendida". Schiavi, por su parte, confirmó que especialistas nacionales iban a realizar "una investigación" para determinar responsabilidades porque, destacó, "el hecho fue muy grave".
Según testigos y fuentes policiales, el impacto hizo que la locomotora arrastrara al colectivo más de 200 metros y recién cuatro horas después del accidente los peritos pudieron levantar el transporte de pasajeros y rescatar los cadáveres de las siete personas que habían quedado debajo para llevarlos a la morgue.
El gobierno dispuso dos días de duelo en toda la provincia.
El ministro de Salud, Juan Manzur, señaló que la Nación envió a la zona a la directora del hospital pediátrico Juan Garrahan, Josefa Rodríguez, y "especialistas en trauma y terapia intensiva que tienen experiencia mayor por ser un centro nacional de derivación de pacientes". "La conmoción es enorme, pedimos serenidad y prudencia para ir resolviendo de a poco las situaciones más complejas", acotó, y remarcó que también estaban "en alerta hospitales de Mendoza, San Juan y Buenos Aires" para eventuales traslados.
Las niñas y docente fallecidas pertenecían al quinto grado del colegio Santa María, que depende de la Universidad Católica de Cuyo. Habían emprendido un viaje solidario para llevar ropas y alimentos a la ciudad de Cazadores, sur de San Luis.
El obispo de San Luis, Pedro Martínez, lamentó que las víctimas eran "chiquitas que iban muy contentas para hacer una misión" y señaló que "todos nos sentimos muy tocados por esto".
Martínez, quien se reunió con familiares de los niños en el hospital central, señaló que "si tuviera la palabra milagrosa la diría", y pidió "respetar el dolor y el shock de los padres".
El gobierno también dispuso que un equipo de psicólogos asista a las familias de las víctimas durante varios días.
Familiares de las niñas del Santa María denunciaron hoy que se buscaba a personas que "faltaban de la lista de pasajeros" que viajaban hacia Cazadores. Matías Sánchez, familiar de una de las alumnas, denunció esta tarde que su "hermana Julieta no aparece" y pidió a la policía que "rastrille la zona" del accidente porque algunos testigos dijeron que "varias nenas salieron corriendo después del choque".
Sánchez afirmó que maestras del colegio dijeron que en el colectivo "iban más de 45 personas" y hubo un "comunicado que dice que había 50 pasajeros". "Hay algo que están haciendo mal, le pido a las autoridades que ayuden, que rastrillen la zona porque una de las nenas contó que muchas nenitas salieron corriendo por el shock", añadió.
DYN