Redacción El Litoral
El cadáver fue hallado sobre el terraplén del río Ubajay, en barrio Acería, a metros de su vivienda. Aparentemente, la víctima fue atacada a golpes y estrangulada.
Redacción El Litoral
Una mujer fue asesinada en la zona costera de la ciudad de San José del Rincón este lunes, cuando una tenue llovizna caía en toda la zona.
Se llamaba María Carla Morel y tenía 45 años. Vivía junto a su esposo y sus hijos muy cerca de donde fue hallado su cadáver, en barrio Acería de la mencionada localidad, a escasos metros del terraplén que defiende a los vecinos de las crecidas del río Ubajay.
El sitio está ubicado aproximadamente a la altura del kilómetro 5,5 de la Ruta Provincial 1, en dirección al este.
Según trascendió, cerca de las 9 de la mañana, María Carla acompañó a sus hijos a la escuela por el terraplén pero a mitad de camino se encontraron con otros conocidos que también iban para el establecimiento educativo y ella decidió dejarlos seguir solos, para emprender el regreso, siempre a pie.
Eso es lo último que hasta el momento se sabe de sus movimientos, según habría relatado su marido a los investigadores. El hombre, al ver que su mujer no regresaba, salió en su búsqueda pero no la encontró.
Finalmente, cerca de las 16, un vecino halló el cuerpo de María Carla, con signos evidentes de haber sido atacada con suma violencia. Las primeras versiones que circularon indicaban que habían sido golpeada y asfixiada.
Trascendió también que algunos vecinos habían escuchado gritos desesperados de una mujer en ese descampado, donde abundan los pastizales, pero aparentemente nadie se acercó al lugar en ese momento.
Un llamado a la Central de Emergencias alertó a las autoridades sobre lo ocurrido y minutos más tarde llegó a la escena una ambulancia del servicio público de salud.
El médico constató que la mujer ya no tenía vida y que su cadáver maltrecho presentaba lesiones por golpes en el rostro y signos de ahorcamiento. Además, su pantalón de jean había sido bajado hasta las rodillas.
El caso está en manos del fiscal de la Unidad Especial de Homicidios, el doctor Gonzalo Iglesias. Bajo su supervisión, trabajaron en el lugar peritos de la Policía Científica e investigadores de la PDI.