La mujer asesinada en Sauce Viejo fue sometida a una golpiza brutal
Los investigadores barajan múltiples hipótesis, aunque prácticamente descartarían la posibilidad de un robo. La causa de muerte recién se podrá determinar con la autopsia.
La mujer asesinada en Sauce Viejo fue sometida a una golpiza brutal
Un bestial crimen se perpetró en una casaquinta de la localidad de Sauce Viejo, entre las últimas horas del domingo y las primeras de este lunes. La víctima era propietaria del inmueble (ubicado en la esquina que forman la Avenida de la Bandera y calle Magnolias, en barrio Jorge Newbery), una mujer llamada Liliana Salas, de 57 años. Ella tenía un alto cargo en la sede santafesina del Correo Argentino y fue uno de sus hijos quien encontró el cadáver, pocos minutos antes del mediodía.
El cuerpo estaba tendido en la habitación, envuelto en una frazada y con un cable alrededor del cuello. Evidentemente, la mujer había sido sometida a una feroz golpiza. Todavía no se precisó el motivo de la muerte, algo que recién será determinado al final de la autopsia. En apariencia, no habría sido asfixiada. Tampoco habría sufrido abuso sexual.
El hijo de la mujer fue hasta el lugar porque su madre no se había presentado a trabajar y no atendía sus llamadas. Tuvo que descalzar una puerta para ingresar, debido a que todas las aberturas estaban trabadas adecuadamente desde adentro.
Quien la mató salió por la puerta, cerró con llave y se llevó al menos dos cosas, su camioneta blanca Jeep Renegade y su teléfono celular, algo que llama la atención de los investigadores que tratan de determinar si falta otro objeto. No había desorden en los ambientes. Por otra parte, el vehículo fue abandonado a un costado de la Circunvalación Oeste de la capital provincial.
Los peritos de la Policía Científica trabajaron en la escena y los alrededores durante todo el día. "Hay muchos elementos por analizar", deslizó alguien vinculado con el caso. Todas las tareas se realizaron con gran discreción, en el marco de un estricto operativo dispuesto por la policía que impidió el paso de curiosos a menos de 100 metros de la vivienda.
El caso fue puesto en manos de los fiscales Alejandra del Río Ayala y Matías Broggi, de la Unidad Fiscal Especial de Violencia de Género, Familiar y Sexual del MPA, quien se apoyaron en la Brigada de Femicidios de la Agencia de Investigación Criminal para las tareas de rigor.
Por el momento no hay detenidos y tampoco habría sospechosos.