Por Carlos Retamal
«Liberen a Diego». Con esa consigna, y bajo una intensa lluvia, una importante cantidad de personas recorrió la avenida para reclamar la excarcelación del conductor de la camioneta y más seguridad en la zona.
Por Carlos Retamal
La lluvia no impidió que cientos de personas se congregaran pasado el mediodía de este sábado 10 de abril en la rotonda de Wilde y Córdoba, emblemática esquina que distingue al barrio Fisherton, en la zona noroeste de Rosario. Con pilotos, capuchas, paraguas y camperas, personas de todas las edades marcharon por la avenida que cruza de este a oeste el barrio pidieron por la liberación del joven que el jueves por la tarde arrolló y mató a dos motociclistas que minutos antes le habían robado una mochila en la que tenía 2 mil dólares. El reclamo también incluyó el pedido de más seguridad.
La cola parecía interminable. El paso de la gente desafiaba no solamente a la tormenta que pasado el mediodía del sábado se abatía sobre la ciudad sino también a quienes no están de acuerdo con el reclamo de liberación de un joven que cometió un doble homicidio.
«Justicia por Diego»; «Libertad Ya»; «Liberen a Diego»; «¡Justicia! ¡Seguridad!»; «Basta de inseguridad», eran algunas de las decenas de pancartas que la gente llevaba, escritas en papel afiche y hasta cartones, que a medida que iba avanzando la larga columna, sus letras iban perdiendo forma por las gotas de lluvia.
La columna salió desde Wilde y recorrió a paso lento calle Córdoba, una zona comercial con cientos de comercios, que van desde heladerías a bancos; de granjas a concesionarias de autos. En cada esquina, vecinos se iban sumando y otros se quedaban ahí, acompañando la protesta que fue convocada mediante redes sociales.
La multitud llegó hasta el puente bajo avenida Circunvalación, caminando por la mano que va a Rosario desde el oeste, con autos cruzando por la mano opuesta, muchos con carteles pidieron la liberación del joven o simplemente tocando bocina como muestra de apoyo. Debajo del puente, decidieron cortar ambas manos de calle Córdoba, algo que provocó una congestión de vehículos que venían desde el centro de Rosario.
“Estamos todos en la misma mierda, peleando por nuestra vida, para que dejen de matarnos, porque los delincuentes salieron a matar”, dijo la tía de Diego en declaraciones a Radio 2.
La mujer agradeció el acompañamiento de los cientos de vecinos que caminaron pese a las inclemencias del tiempo y pidió por la inmediata libertad de su sobrino. “Que lo liberen, porque él no es ningún homicida, él se defendió en su legítima defensa. Si hubo exceso es porque estaba defendiendo lo que se gana todos los días”, remarcó.
“Él no salió a matar, quiso defenderse porque ellos tenían armas. Los jueces, el fiscal, que se den cuenta que Diego ni siquiera conocía una comisaría, tiene una vida intachable”, agregó la mujer, quien remató diciendo: “Fíjense el prontuario de los delincuentes, uno de ellos había salido de la cárcel hace 3 meses”.
Audiencia
Este domingo por la mañana se realizará la audiencia imputativa en el Centro de Justicia Penal, donde Diego Pablo C. será imputado por el fiscal Patricio Saldutti de doble homicidio. Poco antes del final de la marcha, varios de los asistentes fueron convocando a ir hasta la las puertas del Centro de Justicia Penal, ubicado en Virasoro y Mitre, a unas 50 cuadras, al sudoeste, en el barrio Hospitales, para manifestar nuevamente su apoyo al joven que, de acuerdo a la decisión del fiscal, podría seguir el proceso en libertad o tras las rejas.
¿Qué pasó el jueves?
Diego C. había ido al centro de Rosario a realizar una operación cambiaria en una financiera. Volvió a la casa de sus padres, ubicada en Amuchástegui al 600, con una mochila que contenía 2 mil dólares y 2 mil pesos. Cuando estacionó la camioneta Chevrolet S10 en la puerta, se le aparecieron dos personas en moto. Bajo amenazas (se presume que al menos uno de ellos portaba un arma de fuego) le sustraen la mochila que contenía el dinero y se dieron a la fuga en la moto.
El joven se subió a la camioneta y comenzó a perseguir a la moto por varias calles del barrio. En inmediaciones de Juez Zuviría y Navarro, a 6 cuadras de donde ocurrió el robo y a menos de 200 metros de la comisaría 17ª, el conductor de la camioneta arrolló a los dos motociclistas y terminó subiendo con la chata sobre la vereda, para terminar chocando contra una columna, lo que disparó los airbag del vehículo.
Como consecuencia del fortísimo impacto, uno de los motociclistas, identificado como Diego Nicolás Quiroga García, de 25 años, falleció antes de la llegada de una ambulancia, mientras que su compañero, llamado Leandro Escudero, de 29, sufrió múltiples lesiones y fue trasladado hasta el Hospital de Emergencias Clemente Álvarez, donde quedó alojado en el área de terapia intensiva, con custodia policial y falleció en la mañana del viernes.
Tras el choque y muerte, el joven fue retirado del lugar y un rato más tarde, su padre se acercó hasta la seccional 17ª, para contar lo sucedido y unos minutos después el joven fue hasta la comisaría y quedó detenido y a disposición de la Justicia.
Los familiares de Diego tuvieron que irse de la casa donde viven en barrio Fisherton, luego de que allegados y familiares de los motociclistas fallecidos fueran a amenazarlos.