A lo "Breaking Bad": tenían un lavadero y escondían cocaína en una casilla rodante
Además, querían identificar el producto "con precintos y bolsitas de colores". Dos vendedores barriales de San Javier analizaban poner su sello en la droga que les llegaba de Santa Fe, a través de dos policías. Prefectura secuestró casi 3 kilos de cocaína en un lavadero de Cassanello y Aristóbulo.
A lo "Breaking Bad": tenían un lavadero y escondían cocaína en una casilla rodante
Como en la serie estadounidense Breaking Bad, en la que su actor principal Walter White monta una cocina de metanfetaminas en un motorhome y luego pone un lavadero de autos con su esposa para blanquear el dinero sucio de la droga, la Justicia Federal de Reconquista desbarató este martes una banda que operaba en la ciudad de San Javier, con centro de abastecimiento en la capital provincial, donde se secuestró una casilla rodante que estaba dentro de un lavadero de autos, ubicado a metros de uno de los principales centros comerciales de la ciudad.
El operativo, que concentró efectivos de la Prefectura Naval Argentina, de las Agencias de Control Policial y de Inteligencia Criminal y de la Tropa de Operaciones Especiales de provincia, fue el resultado de una investigación iniciada en septiembre del año pasado por efectivos de la Brigada Antinarcóticos que depende de la Agencia de Investigación Criminal zona norte.
La labor llevada a cabo por la AIC bajo los lineamientos del Fiscal Federal de Reconquista, Roberto Salum, derivaron en casi una veintena de allanamientos ordenados por el juez federal Aldo Mario Alurralde, los cuales se realizaron de manera conjunta este martes.
El lavadero donde se estiraba y cocinaba la droga está ubicado sobre calle Ángel Cassanello, a metros de Aristóbulo del Valle.
Una pantalla
Ocho personas, entre ellos dos policías en actividad y uno exonerado, iban a ser indagados a partir de este miércoles en la sede judicial norteña, por infracción a la Ley Nacional Nº 23.737 de estupefacientes.
Las detenciones producto de los allanamientos, fueron en su mayoría en la ciudad de San Javier, -policías incluidos-, mientras que en Santa Fe fueron apresados un hombre de unos 51 años y su hija, como proveedores de la droga que se vendía en la costa.
Según se pudo conocer, éstos últimos regenteaban un lavadero de autos ubicado sobre calle Ángel Cassanello, unos metros al oeste de la avenida Aristóbulo del Valle, donde funcional uno de los centros comerciales a cielo abierto más grande y concurrido de la ciudad. El negocio, relativamente nuevo, era en realidad una pantalla para el funcionamiento de una pequeña cocina de cocaína o centro de estiramiento de dicha sustancia.
La hipótesis surge luego del secuestro en el lugar de casi 3 kilos de cocaína, parte de la cual se encontraba escondida en una casilla rodante que estaba en el galpón. Pero además, fueron hallados otros elementos de interés, entre ellos: una prensa hidráulica, un horno pequeño, una licuadora con vestigios de cocaína, bidones con solventes, 700 gramos de una sustancia blanca en polvo que no resultó reactiva al clorhidrato de cocaína, potes de creatina vacíos, entre otros.
Una prensa hidráulica y un pequeño horno eléctrico fueron parte de los elementos secuestrados por la policía.
"Dueños" del negocio
Es decir, que lo que comenzó como una investigación por vendedores al menudeo y barriales de San Javier, amplió su espectro, primero con la identificación de dos policías como "dueños" del negocio, hasta llegar a quienes proveían la droga desde la ciudad capital.
Ocurre que en medio de las tareas de campo, quienes recorrían el barrio de incógnito, descubrieron el auto del policía Javier Orlando Nardoni, frente al domicilio de uno de los vendedores. Lo mismo ocurrió con su camarada Matías Germán Hernández.
Ambos se desempeñaban en comisarías de las ciudades de Santa Fe (subcomisaría 1ra) y Rosario (destacamentos Rucci y Florida) respectivamente, por lo que también se allanaron dichas dependencias, donde los uniformados fueron directamente a los casilleros o lockers de cada uno de ellos en busca de evidencias.
Además, los investigadores situaron al expolicía Roque Cabanqui, en los búnkers sanjavierinos. En el caso de Cabanqui, si bien cuenta con pasado dentro de la fuerza, fuentes del caso indicaron que fue puesto en disponibilidad y luego exonerado.
La cocaína, fraccionada en dos panes con la imagen de un delfín y un león, arrojó un peso estimado de casi 3 kilos.
Delfín y león
La presencia de policías en actividad y exonerados en el mercado del narcomenudeo, llevó a la AIC a solicitar una serie de escuchas telefónicas que finalmente permitieron dar con al menos uno de los proveedores de Santa Fe.
Fuentes vinculadas al caso señalaron que "Nardoni y Hernández, más que intermediarios, eran los dueños del negocio en San Javier" y que para ello se aprovechaban de su carácter de funcionarios públicos. "Se cree que llevaban la droga ellos mismos" y en sus vehículos particulares cada vez que salían de franco y regresaban a su ciudad, pudiendo de esa manera abastecer el mercado local. En definitiva, "eran los que bajaban la droga", confiaron las fuentes.
En cuanto a la cocaína secuestrada, uno de los panes tiene estampada la figura de un delfín, en tanto el otro la de un león, lo que permitiría presumir que tienen diferentes orígenes y que estaban destinados a un proceso de estiramiento que se realizaba en el lavadero de calle Cassanello.
Tampoco estaba claro en un primer momento si quienes proveían la droga se encontraban en el radar de la Justicia Federal santafesina, cosa que con el correr de las horas pudo confirmarse que efectivamente estaban siendo monitoreados en el ámbito local.
Aunque con rasgos autóctonos, la historia cuenta con elementos propios de una de las series mundialmente aclamada por la crítica, que mejor supo narrar el negocio del narcotráfico en la frontera de EEUU y México. La presencia de una casilla rodante y el lavadero de autos como pantalla, se presentan casi como una parodia de la ficción. Pero no acaba ahí.
Como en Braking Bad, donde la sociedad W. White-Jesse Pinkman fabrica una droga de altísima pureza de color azul llamada blue meta como sello distintivo, los imitadores criollos quedaron grabados en una escucha en la que discuten las ventajas y desventajas del uso de cierto marketing en el negocio ilegal. "Querían ponerle color y precinto a las bolsas para que la 'merca' sea identificable", deslizó una fuente consultada, lo que habla a las claras que no eran los únicos que estaban "pasados de series".
Fuentes policiales y judiciales informaron que en total fueron "19 allanamientos" los realizados este martes: "13 fueron dirigidos a la localidad de San Javier, 5 a la ciudad de Santa Fe, y 1 a la ciudad de Rosario, todos de la Provincia de Santa Fe".
Como resultado, se secuestraron cocaína en ladrillos, trozos compactos y polvo, una prensa neumática, una licuadora, un horno, elementos de corte y fraccionamiento, bidones de solventes, una casa rodante, tres motocicleta, semillas y plantas de marihuana junto a envoltorios de marihuana y cocaína fraccionados.
Asimismo, encontraron balanzas de precisión, una treintena de celulares, una suma aproximada de 100 mil pesos, 6 armas de fuego y tres réplicas; además se incautó un chaleco balístico, componentes informáticos, potes de creatina, tarjetas SIM, recortes y anotaciones varias de interés a la causa.
En cuanto a las detenciones, dos se produjeron en Santa Fe y las 6 restantes en San Javier.