La joven de 21 años, con domicilio en el barrio Virgen de Guadalupe, tenía en su poder la inédita cantidad de 1,61 kilo de cocaína y más de 3,7 millones de pesos cuando los agentes policiales de Microtráfico allanaron su vivienda donde tenía montada un local de venta de bebidas con pantalla.
Por esa cantidad de droga, inusual en manos de un narco barrial, María Itatí Aquino fue imputada por el delito de tenencia con fines de comercialización en un audiencia celebrada en los Tribunales de Reconquista durante la mañana del martes y presidida por la jueza penal Norma Senn.
Representó al MPA el fiscal Sebastián Marichal y dio a conocer las pruebas basadas en imágenes fílmicas tomadas de la actividad de la acusada en el marco de la investigación por narcomenudeo realizada por personal de Microtráfico de la PDI.
Hubo dos allanamientos. Uno en la casa de Aquino, donde además de la sustancia prohibida y el dinero se incautó una balanza de precisión y tres celulares. Vecinos del inseguro barrio la emprendieron a cascotazos contra los móviles policiales y se agolparon en el lugar del procedimiento, con claras intenciones de defenderla a cualquier costo, por lo que una vez que fue detenida las actuaciones frente a testigos debieron trasladarse a sede policial. El otro fue en la morada de un tal Barboza, que no estaba presente al momento de la irrupción policial y no pudo ser localizado.
La magistrada interviniente dictó, a pedido de la fiscalía, la medida cautelar de prisión preventiva sin plazos, algo a lo que se opuso sin suerte el defensor oficial Orlando Toniolo alegando lo extremo de la calificación penal elegida para su defendida y el hecho de que no existía peligro de entorpecimiento probatorio.
Además, hizo hincapié en que su clienta es madre de nene de cinco años.
La Dra. Senn resolvió asimismo dar lugar a la realización de peritajes de los celulares secuestrados y fundó su decisorio respecto de la privación de la libertad de Aquino en la posible existencia de más personas involucradas.