Neuquén: mató a su hijo incendiando la vivienda de ambos tras una discusión
El joven murió por quemaduras causadas por el fuego provocado por su padre, quien luego confesó observar cómo la casa se consumía.
Neuquén: mató a su hijo incendiando la vivienda de ambos tras una discusión
Sábado 30.3.2024
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Última actualización 13:14
Un joven de 19 años perdió la vida tras un incendio en su casa en Neuquén, y el principal sospechoso del crimen es su propio padre, quien no solo admitió haber provocado el fuego, sino que también se quedó frente a la vivienda para contemplar su consumación.
De acuerdo con un testigo, la víctima, Nazareno Agustín Jara, habría tenido un altercado con su padre antes del homicidio, y fue el progenitor quien lo envió a dormir antes de ejecutar su plan macabro.
El trágico suceso tuvo lugar en la madrugada del martes en una residencia ubicada en el barrio de Cumelén. Los bomberos y la Policía de Neuquén acudieron al lugar tras ser alertados por los vecinos sobre el incendio.
"Pudimos extinguir el fuego que había consumido la vivienda. Durante las labores de enfriamiento y remoción, encontramos el cuerpo sin vida de una persona en el área del lavadero", explicó Pablo Herbalejo, jefe del Cuartel Central de Bomberos.
La principal línea de investigación apunta al padre de la víctima, identificado como Federico Costich, de 39 años. En las horas posteriores al suceso, su paradero era desconocido, pero posteriormente se presentó en la Comisaría Tercera acompañado de dos abogados, confesando su culpabilidad.
Por otro lado, según información recabada por un medio local, una testigo aseguró que tanto el padre como el hijo habían consumido drogas durante tres días, incluyendo cocaína y pasta base, lo que desencadenó una intensa disputa entre ambos. Según esta versión, el padre habría prendido fuego a unos trapos y los arrojó en distintas partes de la casa, dando inicio al incendio.
De acuerdo con el relato de la testigo, ella intentó detener al hombre, pero fue en vano, ya que este optó por permanecer sentado en una plaza frente a su hogar, observando cómo todo se consumía en llamas.