Viernes 12.7.2019
/Última actualización 16:10
“Marchamos hasta donde fue encontrado Dieguito”, decía uno de los posteos que se hizo viral este jueves por la tarde en la ciudad de Recreo, luego de que la madre del chico asesinado fuera recibida por el fiscal Regional interino del Ministerio Público de la Acusación, Jorge Nessier y la fiscal de la Unidad de Homicidios en feria, Ana Laura Gioria.
La nueva convocatoria, prevista para las siete de la tarde frente a la escuela de la comunidad Mocoví Com Caia, tenía como consigna que los vecinos que asistan lo hagan con velas y encendedores y en silencio. Desde el establecimiento educativo que está en calle Rosario y Santiago de Chile, los presentes caminaron una decena de cuadras hasta llegar frente a la vivienda que está delante del cañaveral donde encontraron a Diego Román, el jueves pasado.
Fuentes del gobierno de la ciudad de Recreo señalaron que afortunadamente la movilización “terminó en paz” y que tuvo por finalidad no sólo recordar a Diego, sino reeditar el pedido de Justicia a las autoridades que intervienen en el caso.
Horas antes, pasado el mediodía del jueves, los fiscales Nessier y Gioria, recibieron a la mamá del niño, María Cardozo, que asistió a la reunión acompañada por su hermana, el abogado Dionisio Ayala Fernández y el intendente de Recreo, Omar Colombo.
Aunque todavía no existen detenidos por el caso, los presentes salieron conformes con la recepción de los fiscales y con la promesa de que se están poniendo todos los recursos existentes para dar con el asesino.
Asimismo, fuentes del MPA indicaron que se les informó sobre el estado de la causa y las medidas cuyos resultados todavía se encuentran en trámite, como lo son los análisis complementarios de autopsia, por ejemplo.
En cuanto a lo ocurrido el miércoles pasado, previo a que el padre de la víctima hiciera la denuncia por su desaparición ante la Comisaría 16°, fuentes del caso recordaron el derrotero de Diego hasta que fue visto por última vez.
Esa mañana había asistido a la escuela como de costumbre y en horas de la siesta se encontraba jugando al fútbol en una canchita de calle Menchaca, al este de la Ruta 11. Hasta allí la había ido a buscar su madrastra y se cree que por temor a ser castigado se escondió entre los pastizales. Eso habría sucedido entre las 14.30 y las 15 del miércoles, cuando le perdieron en rastro.
Al día siguiente, alrededor de las ocho de la noche, fue hallado en un cañaveral de las inmediaciones con brutales signos de violencia. Desde ese entonces la Justicia investiga qué pasó con el pequeño y quién pudo ser el autor de semejante crimen.