Carlos Retamal
El hecho se produjo en la zona de Chacabuco y Garibaldi, donde sicarios abrieron fuego y asesinaron a una pareja y su hija.
Carlos Retamal
Cerca de las 23 del viernes 6 de mayo, poco más de 12 horas después de la presentación del jefe del Comando Unificado de Gendarmería en Rosario, un nuevo triple crimen sacudió a la ciudad. Esta vez el lugar fue el ingreso a un pasillo de viviendas en barrio Tablada, en la zona sur y las víctimas fueron una pareja y su pequeña hija de 6 años. Es el tercer hecho violento con tres muertos, los 3 con una víctima menor de edad.
En base a distintos testimonios y pericias preliminares, fuentes policiales y judiciales indicaron que a esa hora, un automóvil Nissan de color blanco llegó hasta Garibaldi entre Necochea y Chacabuco, pleno corazón de barrio Tablada, a pocas cuadras de la zona conocida como Cordón Ayacucho, sector que aparece en las crónicas policiales desde hace al menos una década.
Del auto bajaron tres personas, Rodrigo Tomás Morera, de 27 años; su pareja Naira Gabriela Altamirano, de 25, y la hija de ambos, Auriazul Morena, de 6.
Cuando estaban a punto de ingresar a un pasillo ubicado a mitad de cuadra sobre Garibaldi, con intenciones de visitar a familiares que viven en una de las casas de ese lugar, aparecieron entre 3 y 4 personas armadas que, en principio sin que haya algún intercambio de palabras, comenzaron a disparar contra la familia.
Rodrigo recibió varios disparos en distintas partes del cuerpo y quedó tendido sobre el pasillo, donde falleció a los pocos minutos. Mientras que Naira y la pequeña Auriazul resultaron gravemente heridas y quedaron sobre la vereda de calle Garibaldi, que rápidamente se tiñó de color rojo.
Mientras los atacantes se daban a la fuga, algunos mencionan que en un auto, aunque también hay quienes dicen que huyeron en motos, vecinos y familiares de las víctimas salieron de sus casas y vieron la sangrienta escena.
Algunos llamaron al 911 y denunciaron la balacera, en tanto que algunos familiares cargaron en un auto a la joven y su hija y las llevaron hasta el hospital Roque Sáenz Peña, donde ingresaron en grave estado y fallecieron a los pocos minutos, instantes antes de la medianoche.
Los primeros en llegar al lugar del hecho fueron gendarmes, que rápidamente cercaron la zona. La fiscal en turno de la Unidad de Homicidios Dolosos, Marisol Fabbro, estuvo en el lugar y pidió al gabinete criminalístico de la Agencia de Investigación Criminal (AIC) que realice un exhaustivo relevamiento del lugar del hecho. Entre otras cosas, los investigadores recogieron 16 vainas servidas calibre 9 milímetros; 5 calibre 40; 2 cartuchos intactos, uno de ellos calibre 40 y otro 9 mm, y 4 plomos. También se secuestró un teléfono celular de una de las víctimas.
Además, por pedido de la funcionaria judicial, se realizó examen de dermotest de las vestimentas de las víctimas, para determinar si hubo un intercambio de disparos. Los cuerpos fueron remitidos al Instituto Médico Legal (IML) de Rosario, para ser sometidos a autopsia.
En la zona no se vieron cámaras de seguridad, pero se verificaron algunas en las inmediaciones, que serán revisadas para ver si hay imágenes que permitan identificar en que vehículo se movilizaban los homicidas y hacia donde se fueron.
Personal de la división homicidios de la AIC tomó testimonios a vecinos y a familiares de las víctimas, y encabezan distintas tareas para ver si logran la identificación de los agresores, la posible motivación del hecho y corroborar distintos datos aportados sobre la mecánica del ataque.
En exactamente 98 días, en el departamento Rosario ya se registraron tres triples crímenes, todos con características sicarias, con homicidas con gran poder de fuego.
El primero de ellos fue en la madrugada del 29 de enero pasado, cuando una familia compuesta por Iván Maximiliano Giménez; Érica Vanesa Romero (ambos de 33 años) y su hija Elena Giménez (de 1 año) murieron durante una emboscada a tiros en avenida 25 de Mayo al 5300 o ruta provincial 34S, en jurisdicción de Ibarlucea, localidad ubicada al norte de Rosario, cuando se retiraban de un casamiento en un Audi TT de color blanco.
El segundo triple crimen ocurrió en la noche del viernes 23 de abril en Colombia al 1300 bis, de barrio Larrea, en la zona noroeste de Rosario, detrás de la planta de la empresa La Virginia, cuando Marcos Máximo Caminos, de 28 años, llegó en un Audi A4 negro junto con su pareja, Micaela Bravo de 26, y su hijo Ciro, de un año (que la mujer llevaba en brazos).
Los tres fueron atacados a tiros por personas que llegaron en una camioneta. Caminos y el pequeño murieron esa noche y Micaela a comienzos de mayo. El vehículo supuestamente usado por los atacantes fue hallado totalmente quemado esa misma noche a unas 10 cuadras de la escena del triple crimen.
En base a estadísticas propias y al informe de la Dirección de Política Criminal de la Secretaría de Política Criminal y Derechos Humanos – Fiscalía General, la Subsecretaría del Observatorio de Seguridad Pública y la Subsecretaría de Prevención y Control Urbano del Ministerio de Seguridad, se llevan registrados 100 crímenes en los primeros 126 días del año en el departamento Rosario, lo que equivale a uno cada 30 horas.
En horas de la mañana del viernes, en un acto realizado en la sede Rosario del gobierno de la provincia, fue presentado el flamante jefe del comando unificado de Gendarmería Nacional Argentina en Rosario y coordinador del trabajo de los agentes federales en la provincia de Santa Fe, Ricardo Daniel Castillo.
Tras ese acto, que fue encabezado por el gobernador Omar Perotti y el ministro de Seguridad Jorge Lagna, y contó con la presencia del comandante general de Gendarmería Nacional, Andrés Severino y los intendentes de Rosario, Pablo Javkin y de Santa Fe, Emilio Jatón, entre otros, se realizó una reunión de trabajo para abordar nuevas estrategias de seguridad y coordinar la distribución de los agentes de la fuerza en el territorio provincial.