En una reunión mantenida en vísperas de Navidad, las autoridades ceresinas fijaron una suma de $ 50.000 para quien aporte datos que permitan dar con el pequeño de tres años.
De la Redacción de El Litoral
La Junta de Protección Civil de la ciudad de Ceres fijó en $ 50.000 la recompensa para quien aporte algún dato relevante que permita dar con Maximiliano Javier Sosa, el niño de 3 años cuyo paradero se desconoce desde las dos de la tarde del lunes 21 de diciembre, cuando salió a jugar a la casa de un vecino, en el barrio Juan Pablo II, ubicado en las afueras de la planta urbana.
La decisión de retribuir con una fuerte suma de dinero a quien aporte datos relevantes para el esclarecimiento del caso, fue adoptada el 24 de diciembre, en una reunión mantenida en horas de la mañana en el municipio local, a la que asistieron el intendente Camilo Busquets, los secretarios del Ejecutivo municipal, concejales, el jefe de Bomberos de Ceres, Roberto Sánchez; el jefe de Policía departamental, Javier Hurt y jefe de Policía de la comisaría 2ª de Ceres, Gerardo Peralta.
Búsqueda incansable
En dicho encuentro, las autoridades mantuvieron conversaciones en cuanto a las acciones a seguir en materia de la incansable búsqueda y luego redactaron un comunicado que fue difundido por la prensa local.
Entre los puntos salientes, la Junta designó al jefe de Bomberos “como vocero ante los medios de prensa, quien dará a conocer mediante entrevistas y comunicados, las acciones diarias en materia de búsqueda del menor”.
Allí mismo, se resolvió “ofrecer una recompensa de $ 50.000 a quien aporte datos sobre el paradero del menor”, aunque dejaron en claro que “será abonada una vez chequeados y comprobados los datos aportados y conforme a los procedimientos legales, establecidos por la legislación provincial”.
Tres hipótesis
Por último, determinaron que “la búsqueda del menor seguirá realizándose incansablemente hasta dar con su paradero o hasta que la fiscalía en turno Silvina Verney disponga otras medidas”.
En tal sentido, la fiscal Verney confirmó esta mañana a El Litoral que “la búsqueda se sigue realizando” y “hay distintas hipótesis que se están investigando”, aunque prefirió no dar detalles al respecto.
Verney estuvo ayer en Ceres junto al fiscal Regional de Rafaela, Carlos Arietti, quienes se reunieron con la junta de Protección Civil y con los familiares del niño de 3 años, informó el portal de noticias Ceres Diario.
En dicha oportunidad, el fiscal regional dijo que se trabaja sobre 3 líneas investigativas y afirmó que la prioridad es seguir buscando a Maximiliano Sosa con vida. En cuanto a la recompensa que se ofreció en vísperas de Navidad, “todavía nadie se comunicó para aportar datos ni a reclamarla”.
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>> Análisis
Bajo la mirada de un ceresino (por José Bordón)
Desde el lunes pasado, esta ciudad de casi 20 mil habitantes, último poblado santafesino por la Ruta Nacional 34 antes de ingresar a territorio santiagueño, sólo se habla de un tema: la desaparición de Maximiliano Sosa. El menor, cuya foto aparece en todos los negocios y lugares públicos de la ciudad, desapareció cerca de mediodía del 21, cuando se dirigía a una vivienda cercana a la suya, a jugar con amiguitos.
Desde entonces se lo buscó por aire, tierra y hasta en el agua acumulada en una laguna no tan cercana al barrio Juan Pablo II, donde vive la familia Sosa, en el acceso sur al pueblo, próximo a lo que se conoció como “El viejo hospital”, aquel nosocomio que alcanzó a construirse sólo en sus bases y quedó olvidado desde la década del 60.
Hasta el momento de escribir estas líneas, Maxi está en esa condición: desaparecido. Y no hay ningún indicio que oriente la investigación. Los investigadores parecen convencidos de que el hecho tiene que comenzar a aclararse desde el mismo grupo familiar y de vecinos. No puede ser que nadie lo haya visto o haya observado si alguien lo llevaba del lugar. En ese convencimiento, se anunció el pago de una recompensa de 50 mil pesos a quien aporte dato o referencia que permita avanzar en la investigación. La cifra es “tentadora” para un barrio con necesidades insatisfechas. Lo es más si se admite que el caso tiene testigos y que con el correr de los días aparecerán actitudes de colaboración.
Ceres no habla de otra cosa. Pero como sucede en estos casos, todos los ceresinos se han convertido en investigadores y tienen sus propias teorías. Están los que sugieren vincular al caso con el narcotráfico (la ciudad es una de las apuntadas como punto de referencia de los investigadores de este tema), también se escucha la versión de una venganza por disputas familiares. Otros ya aseguran que al chico se lo llevaron para “venderlo” y los más pesimistas apuntan hacia un desenlace trágico.
En el barrio, en la Navidad, los vecinos acompañaron a los familiares de Maximiliano con un rezo comunitario, pidiendo por la aparición del niño sano y salvo. Y esta mañana, después del descanso de ayer, los rescatistas (bomberos, gendarmes, policías) volvieron a la tarea de buscar y buscar un indicio que resuelva el caso.
Como está en juego la vida de Maxi, el trabajo judicial sigue. Ayer, el fiscal general Carlos Arietti y la fiscal de la causa que investiga la desaparición de Maxi, Dra. Silvina Verney, se reunieron con la Junta de Protección Civil y con los familiares del menor. Se reiteró que la prioridad es seguir buscando a Maximiliano Sosa con vida.