Los vecinos de Arroyo Leyes están desesperados.
Unas 50 casas de fin de semana fueron atacadas por delincuentes. Los vecinos denuncian inacción total por parte de las autoridades.
Los vecinos de Arroyo Leyes están desesperados.
Es que desde hace un tiempo sufren el azote de una banda de delincuentes que roba y hace destrozos en casas de fin de semana y en viviendas de residencia permanente. Esta situación se agudizó desde el inicio de la cuarentena donde gran cantidad de inmuebles fueron literalmente “arrasados”. Y lo peor es la falta total de respuestas por parte de las autoridades.
Si bien los hechos se dieron en distintos puntos de la jurisdicción, estos últimos meses la “plaga” delictiva se concentró en el loteo Jardines de la Costa 1, el que se ubica a la altura del kilómetro 11,700.
Mauro Bertorello es una de las víctimas de esta otra “pandemia”.
“Desde diciembre del año pasado venimos con este problema de los robos, que comenzó con algunos casos pero que ahora es directamente incontrolable. Roban durante la mañana, tarde y noche. Son dos o tres casas por semana. No hay asaltos en la calle, son solo robos en viviendas. Todos denunciamos pero no pasa nada. Ya no sabemos qué medidas tomar o con quién hablar”, narró el vecino a El Litoral.
“No hay alarma ni sistema de vigilancia que los pare (a los ladrones) porque estos tipos hasta cortan las terminales eléctricas de la calle. Con eso anulan cualquier alarma. Rompen rejas, cerraduras, portones... nada los detiene. Además tienen muy buena logística. Se toman su tiempo para ‘caminar’ la zona. Observan cuál casa está ocupada y cuál no. Ven si viene la gente o no”.
“El domingo la gente vio a dos sospechosos y llamaron a la policía. Los detuvieron, les secuestraron una “tumbera”. Se constató que habían cortado el tejido perimetral de un casa. Pero a las dos horas estaban de nuevo en libertad. Así no se puede”, se quejó.
“A mí me entraron y me vaciaron. Se llevaron electrodomésticos, garrafas, bombas centrífugas, herramientas, vajillas, en fin... tuve un perjuicio económico que ronda los 250 mil pesos”, precisó.
“Es muy raro que la policía no pueda actuar ante semejante cantidad de hechos que se dan sobre todo en un mismo lugar”, señaló Claudia Monero, otra damnificada.
“Tienen el foco del problema que es en el loteo. Sin embargo no hacen nada. No les creo que no puedan hacer ‘inteligencia’ para descubrir quién está detrás de todos estos robos. La verdad es que los vecinos estamos cansados y enojados. Nos sentimos vulnerables y desprotegidos. La policía no te toma la denuncia; te dan una certificación policial. Y sabemos que eso no le llega al fiscal.
Desde que comenzó la cuarentena todo esto se profundizó. Fuimos ‘carne de cañón’ de la delincuencia. Nos robaron a todos. No se salvó ni un solo vecino. Es muy raro”, sentenció.
“Ellos siempre nos mienten y se lavan la manos”, opinan los vecinos respecto de la policía y de la comuna local. “Siempre nos dicen que les falta personal y medios para patrullar. Hemos elevado notas al ministerio de Seguridad pero jamás nos respondieron.
Con nostalgia recuerdan el año 2016 cuando Arroyo Leyes era custodiado por personal de Caballería y por agentes que andaban en moto. “En este tiempo el delito cayó a cero. No teníamos hechos delictivos. Pero una vez que se fueron volvió el drama”
“Aquí el problema es que hay roles invertidos. Se le pide al vecino que tiene que denunciar, reclamar por la luz, por los yuyos, que tienen que buscar testigos, etc. Todo eso lo tiene que hacer el Estado que para eso tiene sus herramientas. Ellos tienen los datos para saber qué pasa en el territorio, pero sin embargo no toman las medidas del caso”, indicó Gabriel Espert, de la Comisión de Seguridad barrial. “Esto se soluciona con tecnología, con cámaras de seguridad y centro monitoreo”, cerró.
Mapa del delito
Acorralados por los robos los vecinos decidieron hacer su propia estrategia de defensa. Hasta llegaron a confeccionar su propio ‘mapa del delito’, marcando cada uno de los lugares que fueron atacados. Sin embargo nada de eso sirvió para frenar a los maleantes. “Estamos llegando al límite de algunos vecinos que se están armando. Ya hubo persecuciones en la calle y todo. El sábado los vecinos agarraron a un ‘chorro’, lo entregaron a la policía, pero a las horas ya estaba libre. La situación no da para mas. Muchos no duermen y los que están en la ciudad tienen que salir de madrugada cuando les avisan que les entraron”, dijo Marta Velázquez.