Los casos están siendo investigados por la Agencia de Investigación Criminal, pero no trascendieron detalles.
En los últimos días se conocieron cinco casos. Las víctimas, desconcertadas, no entienden cómo fueron burladas por los delincuentes y temen que les vuelva a pasar. Un especialista de la Agencia de Investigación Criminal afirma que muy probablemente se trate de maniobras de clonación de tarjetas de débito.
Los casos están siendo investigados por la Agencia de Investigación Criminal, pero no trascendieron detalles.
Foto: Archivo
"Lo que más me preocupa es que no sé cómo se metieron en mi cuenta y me robaron todo, o sea que lo pueden volver a hacer. Es angustiante", reflexionó Maximiliano, quien fue blanco de delincuentes que saquearon su cuenta bancaria. Él tiene 42 años, se gana la vida como empleado en una industria alimenticia y vive en barrio María Selva de la ciudad de Santa Fe. Prefiere que su apellido no se de a conocer. Es una de las cuatro personas que se comunicaron con El Litoral en los últimos días para denunciar este tipo de delitos.
"El martes pasado, entré a mi homebanking y me faltaban alrededor de 120 mil pesos. Entonces me fijé y se habían hecho varios movimientos. La mayoría, eran pagos a tarjetas de crédito que no son mías ni de nadie conocido. Hice reclamos en el banco y tuve una muy buena respuesta ahí. Me hicieron hablar con especialistas en fraude. No obstante, todavía no recuperé nada", se lamentó.
Candela Nicolini pasó por una situación similar pero tuvo más suerte, porque ya recobró lo que le habían quitado. Ella trabaja en el Poder Judicial de la provincia, tiene 43 años y reside en barrio Sur. "El lunes 5 de julio chequeo mi homebanking y veo que tenía cuatro compras de casi 10 mil pesos cada una hechas el día anterior a una importante cadena de farmacias. Yo no compro nada por Internet porque no lo manejo. También había otro pago por 14 mil pesos a otra cuenta que no identifiqué", recordó la mujer.
"Tuve suerte porque actué rápido -aseguró-. Del banco se comunicaron con la cadena y anularon las operaciones. Traté de averiguar adónde iban a mandar las cosas que habían comprado, pero no me quisieron decir, porque esa información sólo se brinda por requerimiento judicial. Entonces, hice la denuncia formal en el Ministerio Público de la Acusación (MPA). Me gustaría saber de dónde tomaron mis datos. Afortunadamente pude remediar el daño, pero igual no estoy tranquila, porque me puede pasar otra vez a mí o a cualquier persona".
Otros casos
Esta semana se publicaron en estas páginas otros dos casos casi calcados.
Raúl González, un empleado de una conocida inmobiliaria de la ciudad, fue despojado de 45 mil pesos de su cuenta bancaria a principios de mes. No había cobrado el sueldo aún, pero debía tener dinero en la cuenta porque acababan de depositarle el aguinaldo. No obstante, al ingresar al homebanking se encontró con apenas 240 pesos. Incrédulo, buscó el listado de los últimos movimientos y así descubrió que la plata se había esfumado por seis pagos electrónicos, uno de ellos -el mayor- a una conocida tarjeta de crédito de la que no es cliente. Inmediatamente bloqueó su tarjeta de débito, reclamó en le banco e hizo la denuncia en la Comisaría 6a.
"En el banco le dijeron que para ellos él había hecho los pagos y que era mi marido quien tenía que demostrar que no era así. Actuaron mal en el banco. Deberían tratar mejor a sus clientes. Entonces, fuimos a la tarjeta de crédito y cuando planteamos el caso, nos dijeron que no podían darnos los datos de adónde había ido a parar el dinero, que iban a mandar la respuesta por correo electrónico, pero todavía estamos esperando", se quejó Silvina Schumaker, esposa de la víctima.
"Nos sentimos desamparados, violentados -agregó la mujer-. Es una violación a tu caja de ahorro, a tu sueldo. Fuimos a todos lados, pero en ningún lugar nos dieron una respuesta, ni en la comisaría, ni en el banco, ni en Defensa del Consumidor ni en el Ministerio Público de la Acusación".
Finalmente, Roberto Carlos Villalba, un mozo santotomesino, sufrió el robo de sus ahorros. "Eran unos 22 mil pesitos que tenía ahí en la cuenta por una emergencia. Me venía arreglando, pero la verdad que la situación es crítica porque estamos trabajando poco y nada por la pandemia. No es mucha plata, pero para mí es importante lo que me quitaron", se lamentó.
Quinto
Este viernes por la noche se conoció un quinto caso. Un hombre de 47 años denunció en sede policial que estaba en su casa, en horas de la siesta, y recibió en su teléfono celular una notificación en donde se le informaba "tu transferencia ya fue realizada". Sorprendida, la víctima ingresó a su cuenta y observó que alguien había solicitado un préstamo a su cuenta por 70 mil pesos. Además, habían transferido más de 170 mil pesos a tres cuentas distintas.
"No perder de vista la tarjeta"
Rodrigo Álvarez es jefe de la Sección Cibercrimen de la Agencia de Investigación Criminal. "En el 99 por ciento de este tipo de casos se trata de tarjetas clonadas. Las víctimas fueron a algún negocio y cuando abonaron con tarjeta de débito le robaron los datos. Se han dado muchos casos en personas que visitaron el noroeste del país (Jujuy, Santiago del Estero, Salta). Es un segundo en el que toman los 16 dígitos del frente el plástico y los tres del código de verificación que hay en el dorso", explicó el funcionario.
Estamos frente a un delito en el que es fundamental la precaución. "La única defensa posible es no perder de vista la tarjeta. No darla. Acompañar a la persona que va a cobrar o pedirle que te acerquen el posnet inalámbrico. Hay que estar atentos. El año pasado trabajamos en un caso de un posnet pequeño que entraba en la palma de una mano. Ahí pasaban la tarjeta sin que el cliente se diera cuenta. Es muy rápido. Tampoco hay que dar los datos a nadie, ni por teléfono, ni por mensaje, ni por correo electrónico. Puede llegar un mensaje prometedor o alertante, que nos agarre con la guardia baja. Sin darnos cuenta, brindamos los datos y después ni nos acordamos de que lo hicimos", puntualizó el especialista.
Por otra parte, es fundamental revisar con frecuencia el homebanking y ante cualquier anormalidad rápidamente reclamar al banco. "Las entidades van a cuestionar este tipo de movimiento, porque las tarjetas de débito dependen de ellas, pero si podés demostrar que no hiciste la operación el dinero se reintegra sin problema. Si se pagó un servicio de Salta o un seguro de auto de Tucumán, por ejemplo.