Miércoles 10.7.2019
/Última actualización 16:12
“Tratá de arreglar antes de que te busquen a vos, porque están preguntando por vos, Ladilla, El Tanque y otro que tenía ladilla en las últimas conversaciones, tratá de cortar todo antes de que sigan investigando”, le escribió Jorge Adrián Moyano (51) a su jefe, conocido por el apodo de “Chancha”. El mensaje fue interceptado por la policía, cuando el viernes pasado detuvo en los tribunales locales a su hermano Sergio (45) y su hijo Gustavo (26), que estaban como público en una audiencia de revisión de la prisión preventiva.
Se trata de la banda de roba-camionetas que dio al menos dos golpes en mayo en las ciudades de Santa Fe y Santo Tomé -se investiga un tercer caso en Esperanza- y habrían cometido otro en Rosario. La particularidad del caso radica en que existía toda una logística destinada a “limpiar” los vehículos con documentación apócrifa, para cruzarlos a Bolivia, donde se presume, eran vendidos.
La investigación se inició el 29 de mayo, cuando la policía de San Salvador de Jujuy detuvo al mayor de los Moyano a bordo de una camioneta Toyota Hillux cuya documentación no coincidía con la numeración del motor. “Es una causa que comienza con una detección por parte de la policía caminera de Jujuy, de irregularidades en patentes y de motor, de personas que estaban siendo inspeccionadas”, declaró este miércoles la fiscal del Ministerio Público de la Acusación, María Laura Martí, que se encuentra al frente del caso.
Según se desprende de la causa, junto al primer vehículo denunciado como robado el 27 de mayo en calle Gaboto al 1800 de Santo Tomé, había otra camioneta de la misma marca y modelo sustraída en Santa Fe, en calle Pedro Díaz Colodrero al 1800 el 22 de mayo. Ambos rodados fueron secuestrados en las cercanías de la terminal de ómnibus de la capital jujeña y se presume que estaban a punto de ser enviadas al exterior, por el paso fronterizo La Quiaca-Villazón.
Archivo El Litoral La banda delictiva está conformada por una gran cantidad de personas de las cuales hay seis identificadas , señaló la fiscal María Laura Martí."La banda delictiva está conformada por una gran cantidad de personas de las cuales hay seis identificadas", señaló la fiscal María Laura Martí.Foto: Archivo El Litoral
“La banda delictiva está conformada por una gran cantidad de personas de las cuales seis están identificadas”, agregó la fiscal Martí, que el 13 de junio logró la prisión preventiva sin plazos para Jorge Moyano, medida que fue confirmada el viernes último por el juez Rodolfo Mingarini en una audiencia de revisión de la medida cautelar.
Justamente ese viernes, previo al inicio de la feria judicial, la fiscal solicitó el inmediato encarcelamiento de otros dos integrantes de la banda, Sergio Ariel y Gustavo Moyano, que asistían como público a la audiencia de su familiar.
Ambos quedaron presos como partícipes del delito de asociación ilícita y encubrimiento, en una audiencia de prisión preventiva celebrada este martes feriado, en la que el juez penal Gustavo Urdiales puso plazo de 60 días para sus detenciones.
Mientras tanto, desde el 26 de junio último, la fiscal Martí solicitó una serie de pedidos de captura, específicamente sobre el jefe de la organización un tal “Chancha”, un ex jugador de fútbol cordobés cuyo apodo es “Tanque”, otro sujeto conocido por su alias de “Ladilla”, al igual que dos mujeres, entre otros sobrenombres como “Calabaza” o el “Koreano”, éste último señalado como el nexo para cruzar los vehículos de Jujuy a Bolivia.
Sobre la forma en que se fue descubriendo la trama, la fiscal aclaró que “en principio todas las personas fueron identificadas por sus sobrenombres, para luego ir conociendo los nombres y apellidos con el avance de la investigación”. Además, aclaró que por las características del caso es un trabajo “contrarreloj, por los plazos y por no haber sido una investigación iniciada en fiscalía sino por un hecho de flagrancia en Jujuy”.
Sobre el modus operandi, la fiscal señaló en audiencias que era el jefe de la banda quien seleccionaba la camioneta a robar y luego daba las coordenadas a los demás integrantes, a quienes a su vez proporcionaba la logística para cambiar las chapas patentes en los aguantaderos y les suministraba la documentación apócrifa de otros vehículos similares, como para evitar controles de rutina.
También los roba-camionetas contaban con una suma de dinero en efectivo para el pago de “coimas” en caso de ser sorprendidos cuando transportaban las camionetas por la ruta 34 en dirección a Jujuy, según se desprende de las conversaciones telefónicas.
La fiscalía acusó a los asaltantes de utilizar un sistema de inhibición de alarmas, y de utilizar un dispositivo para destrabar el cierre centralizado sin necesidad de efectuar violencia sobre la unidad móvil.