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Un matrimonio de ex empleados de la organización sindical y dos proveedores (madre e hijo) recuperaron la libertad bajo fianza. La Fiscalía valoró las declaraciones de los imputados y dijo que profundizará la investigación.
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Las declaraciones de los cuatro acusados por las estafas denunciadas el año pasado y estimadas en 23 millones de pesos, en perjuicio de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) y su mutual (Atem), permitió tener un panorama más amplio del caso; y para suerte de los imputados, les franqueó a éstos la posibilidad de regresar a sus casas en libertad.
La decisión fue adoptada por el juez Nicolás Falkenberg, a partir del acuerdo arribado entre los abogados defensores y la Fiscalía, para que se les conceda alternativas a la prisión preventiva, bajo fianzas de 2 millones de pesos para cada uno y reglas de conducta.
La audiencia para el tratamiento de la medida cautelar tuvo lugar este jueves en los tribunales locales y contó con la presencia de los abogados Leopoldo Luis y Luis Federico Hilbert, en representación del matrimonio de ex empleados de Atem -Martín Andrés N. y Marianela V.-, y los Dres. Néstor y Sebastián Oroño, por parte de los proveedores -Federico Blas F. y su madre Perla Indiana M.-. En tanto por el Ministerio Público de la Acusación estuvieron presentes los fiscales de Delitos Complejos, Leandro Lazzarini y María Laura Urquiza.
Padre “millonario”
Si bien fue el último en sentarse frente al estrado a contar su versión, la historia personal de Federico Blas F. va más allá de un simple empleado público del Ministerio de Trabajo de la provincia, quien en 2017 facturó una cifra millonaria como proveedor de celulares de la mutual Atem.
Su abogado Néstor Oroño lo puso frente al juez Falkenberg y comenzó a guiarlo por un interrogatorio dirigido a revelar su pasado de hijo de madre soltera, que a los 20 años conoció a su padre, al que calificó de “millonario” y cuya fortuna comparte desde hace unos pocos años, cuando ganó un juicio de filiación que comenzó a cobrar en 2016.
Previamente y tras explicar la maniobra delictiva atribuida a los cuatro, el fiscal Lazzarini se detuvo a enumerar los vehículos de “alta gama” que el acusado habría adquirido en el período posterior a la concreción de las estafas. Federico F. “adquirió por lo menos once vehículos, entre autos, motos y camionetas de alta gama a fines de 2017”, adelantó; a lo que sumó dos inmuebles en la zona del puerto y en la costa.
Justificar los bienes
Dos camionetas BMW X6; un VW Gol GTI; una VW Amarok; un cuatriciclo Honda; un Jeep Renegade; una moto de tres ruedas Can-Am Spyder y motos de alta cilindrada, forman parte de la flota que se completa con el secuestro de tres lanchas y una moto de agua. Además de tener autorización de manejo para otros tres vehículos -un VW Scirocco, un Jeep y un Subaru Impreza- que figuran a nombre de su tío discapacitado de 76 años, y que fueron adquiridos en octubre, noviembre y diciembre de 2018.
“El origen de esos bienes lo trataremos de justificar con ese juicio de filiación que la mamá le hizo al padre” de Federico F. dijo el Dr. Oroño después de la audiencia. “El padre es verdaderamente millonario”, reiteró. Por eso “creemos que la mayoría de los bienes que tiene fueron adquiridos antes y los que compró después subrogan a los que ya tenía”. “Esa es la explicación, por eso yo los hago declarar”, sostuvo el abogado.
La madre Perla M. había adelantado lo mismo que luego ratificó su hijo, aunque destacó que en 2016 ganaron el juicio de filiación, por el que todavía resta cobrar a su hijo 200 mil dólares y que además fue incorporado a un fideicomiso familiar valuado en 6,5 millones de dólares, en el que figuran campos y propiedades en alquiler.
Película completa
Previamente, habían pedido declarar Diego N. quien trabajó en Atem desde 2012, hasta su suspensión y llegó a ocupar la posición de gerente. También hizo lo mismo su esposa, Marianela V., que entró un año después que su marido como encargada de depósito de Atem.
“No me equivoqué cuando después de la audiencia imputativa dije que había ropa sucia que querían lavar y se la agarraron con estos perejiles. Seguiremos investigando con ellos en libertad”, dijo en tono triunfal el Dr. Hilbert. Y reiteró su presagio de que “nos contaron la película a medias” y que por ese jueves “el juez escuchó una campana diferente” y “por eso los dejaron en libertad”.
Además, lamentó que la Fiscalía haya ordenado las detenciones de sus pupilos cuando “hace un año nos pusimos a disposición de los fiscales. Con sólo llamarlos se hubieran aclarado un poco las cosas”, completó.
Profundizar la investigación
Por su parte, el fiscal Lazzarini dijo que “los dos imputados que tenían relación laboral con Atem ejercieron su derecho de defensa y brindaron sus explicaciones de los hechos. La información que dieron en la audiencia es útil para nosotros, en tanto nos permite seguir profundizando en la investigación”, sostuvo el fiscal Lazzarini.
El funcionario del MPA agregó que “los dos imputados que son proveedores, también brindaron cierta explicación acerca de la compra de los productos y de lo que entregaron. Todo ello deberá ser corroborado a los fines de generar más claridad”. En tal sentido, agregó que “los proveedores manifestaron que tenían una carrera comercial, que no era la primera vez que realizaban ventas y que ATE y Atem no eran sus únicos clientes. Sin embargo, eso no se condice con los elementos que tenemos colectados en la causa al día de hoy”.
En tanto, a las cuatro personas, los fiscales Lazzarini y Urquiza les atribuyeron la coautoría del delito de estafas reiteradas en concurso real entre sí.