Domingo 22.9.2019
/Última actualización 15:40
Los padres de Julio Cabal, el comerciante de 29 años asesinado de un disparo en el pecho el martes pasado, participaron este domingo en tribunales de la audiencia en la que fue imputado el único detenido por el crimen. Breves, profundamente conmocionados, pero firmes, María Inés Masino y Julio Oscar Cabal, interpelaron a las autoridades judiciales y policiales en su pedido de justicia.
La primera en hablar fue la mamá. “No estaba en ese momento. Llegué cuando me avisan que mi hijo había sido baleado. Y la verdad que uno siempre piensa que cuando le arrebatan un hijo tiene ganas de ir y reventar al que lo hizo, pero no”.
“Quiero que se haga justicia”, le dijo María Inés al juez Sergio Carraro. Y pidió que sea “en un juicio justo”, haciendo énfasis en esto último, “porque ésas son palabras de mi hijo”. “Ése es el trabajo de ustedes”, señaló en varias oportunidades.
Su esposo no pudo decir mucho más. Se sacó los lentes e intentó hablar: “Me arrebataron a mi hijo, mi compañero de trabajo”, se quebró. Respiró hondo, sacó fuerzas de donde ya no hay nada más que dolor e impotencia y pidió: “Que la Policía investigue quién fue. Pero el que haya sido no salga a los 15 días y que se haga justicia”.
“Desde el más profundo dolor y con un equilibrio y una sensatez que realmente conmueve e impresiona, nos interpelaron a todos los que participamos en este proceso en la búsqueda de justicia, que es lo único que puede darles algo de consuelo”, dijo la fiscal Ana Laura Gioria, acerca de la exposición que hicieron los padres de la víctima.
Hubo un cuarto intermedio, un silencio largo y un vacío infinito en ese matrimonio y su hija, la única hermana de Julio, que acababa de bajar de un avión porque vive en Francia y regresó al país tras enterarse de la tragedia.
Ya sin familiares, la guardia de tribunales hizo entrar esposado a Juan Cruz G. el joven de 24 años detenido el viernes por la tarde en Gaboto y Crespo, en Villa del Parque Garay, en el oeste de la ciudad. El acusado solo se limitó a dar sus datos personales, entre los que llamó la atención que se presentara como “empleado municipal”. “Soy subcontratado de la Municipalidad, en Espacios Verdes”, confirmó.
En tanto, al cierre de la audiencia, los representante del Servicio Público de la Defensa, Sebastián Moleón y Magalí Mazza, solicitaron que sea enviado al Cullen para su atención, previo a su alojamiento en dependencias carcelarias.
Durante la atribución imputativa, la fiscal de la Unidad Especial de Homicidios, Ana Laura Gioria, enumeró la evidencia con la que cuentan hasta el momento, aunque prefirió no abundar en detalles, que serán volcados el martes, en horario a confirmar, en la audiencia en la que tendrá tratamiento el pedido de prisión preventiva que -ya adelantó- solicitará el Ministerio Público de la Acusación.
En tanto, la fiscal relató que el hecho se produjo el martes 17 de septiembre, a las 13.15 en el comercio de calle Urquiza 2215, denominado “Almacén del Norte”, donde Juan Cruz G. llegó a bordo de una moto de 110 c.c. de cilindrada. Ingresó armado con un revólver y abordó a la empleada para llevarse la recaudación y efectos personales que hubiera en el lugar. Surge de la investigación que allí también se encontraba Julio Cabal, quien intentó evitar el robo, empujando al ladrón para impedirle el paso, momento en el cual éste lo ejecutó de un disparo en el tórax.
Sin lograr su cometido original -el robo-, el delincuente huyó por calle Urquiza, dobló en Salta hacia el oeste, a gran velocidad. “Diversos testimonios nos permitieron reconstruir el itinerario, que fue corroborado por por las cámaras del 911, del Centro de Monitoreo de la Municipalidad y de particulares” que colaboraron con la investigación, dijo la fiscal Gioria, quien aclaró que en la hipótesis de la fiscalía “descartamos la participación de otra persona”.
Por último, dio el marco legal en el cual formuló la imputación, por el cual Juan Cruz G. está acusado como autor probable de los delitos de “robo calificado por el empleo de arma de fuego, en grado de tentativa; y homicidio doblemente, calificado por empleo de arma de fuego y criminis causae”.