Una vecina del norte de la ciudad fue agredida por su pareja tras cuatro años de relación. Logró que lo sacaran de su casa y lo denunció, pero a las horas él volvió "para arreglar las cosas" a los golpes y ella tuvo que recurrir a un cuchillo.
"No quiero que quede detenido, no le tengo miedo", señaló la víctima ante el juez, pero "que no se me acerque más".
Una vecina del norte de la ciudad fue agredida por su pareja tras cuatro años de relación. Logró que lo sacaran de su casa y lo denunció, pero a las horas él volvió "para arreglar las cosas" a los golpes y ella tuvo que recurrir a un cuchillo.
Este martes el fiscal Agustín Nigro imputó a Cristian Ariel C. por dos hechos de "lesiones leves dolosas calificadas por haber sido cometidas en un contexto de violencia de género", ocurridos durante la madrugada y la mañana del domingo 8 de enero.
Pasada la medianoche, comenzó a insultar a los gritos a su pareja, para luego propinarle un golpe de puño en el ojo y sujetarla fuerte de las manos y brazos. Cuando logró escapar de su agarre, la mujer acudió a la familia de él, y su suegro arribó al domicilio para llevárselo. Acto seguido, la mujer llamó a la policía para dejar constancia de lo ocurrido, tras lo cual fue conducida a realizar los trámites para obtener una medida de distancia.
Horas más tarde, alrededor de las 9 de la mañana, el hombre volvió al domicilio -ubicado a algunas cuadras de la Granja La Esmeralda-, escaló el tapial e ingresó sin autorización. La sorprendió en el dormitorio, tomándola de los brazos y abalanzándose sobre ella. Cuando la mujer intentó escapar hacia el patio de la casa, él la tomó del pelo por detrás y la arrojó sobre la cama mientras le decía "que quería arreglar las cosas".
En la desesperación del momento, ella pudo sacárselo de encima y tomó un cuchillo, con el que se defendió, provocándole cortes en uno de los brazos. Se comunicó con el Centro de Emergencias 911, y un patrullero acudió al lugar, donde arrestaron a Cristian Ariel C.
Este martes, antes de que se imputara al detenido, la víctima acudió a la sala 2 de los tribunales santafesinos y ante el juez Martin Torres declaró: "Ahora me encuentro bien, en el momento reaccioné como reaccioné y llamé a la policía porque era la primera vez que me hacía algo así, y quería que lo saquen de mi casa. Al principio me asusté porque hace 4 años que estoy con él y nunca fue así. La verdad que no entiendo qué pasó"
A pesar de que la atacó, "no quiero que quede detenido, no le tengo miedo. No sé qué le habrá pasado por la cabeza para reaccionar así… yo lo único que quiero es que no se me acerque más, pero no me gustaría que quede detenido, sobre todo porque están sus hijos, que no viven acá y vinieron de vacaciones. Quiero que pueda estar con sus hijos".
La fiscalía imputó a Cristian Ariel C. y acordó con la defensora pública Silvina Corvalán una serie de medidas alternativas a la prisión preventiva, las cuales fueron dispuestas por el magistrado. Mientras continúe el proceso, el imputado deberá cumplir con la prohibición de contacto y acercamiento a menos de 200 metros de la víctima y su domicilio, y con la prohibición de tener o portar armas de todo tipo. Además, tendrá que acudir mensualmente a la sede del MPA para asegurar su sujeción a la causa. Cualquier tipo de incumplimiento de estas reglas podría derivar en un pedido de prisión preventiva.